El sindicato de estibadores (Supa) va a denunciar penalmente a todo el directorio de Terminal Puerto Rosario, concesionaria de los muelles I y II, al considerar a los altos ejecutivos responsables de la muerte de un operario a raíz por la falta de medidas de seguridad y de inversión en infraestructura.
El operario Juan José Contreras murió en la madrugada del viernes mientras hacia trabajos de estiba durante la descarga de productos siderúrgicos de un barco. Como respuesta, el gremio lanzó un paro por tiempo indeterminado.
“Como tienen temor a descargar en el muelle por riesgo de socavones a raíz de la falta de inversión en mantenimiento, del barco bajan directamente los tubos y caños a un camión. Para hacerlo, armaron una suerte de plataforma sobre el río para que dese allí los operarios auxilien el traslado. Pero ocurrió que una linga enganchó la plataforma y lo hizo caer a nuestro compañero al río sin tener salvavidas”, denunció César Aybar, secretario del Supa.
Tras haber acumulado denuncias por falta de condiciones en materia de higiene y seguridad laboral en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe y en el Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro), en el sindicato estiman que tienen todos los antecedentes para iniciar acciones penales contra el directorio.
"La decisión está tomada. Ya estamos preparando la denuncia. Hay de todo: dolo, negligencia y hasta acoso laboral", anticipó Aybar a Rosario3.
"Lo ocurrido es consecuencia de la negligencia de TPR y los responsables deben dar explicaciones ante la Justicia", agregó.
En esa línea, la Federación de Estibadores Portuarios Argentinos emitió un comunicado en el que se declara en alerta y movilización. "No fue un accidente, fue un asesinato", dijo la entidad, que reclamó "una exhaustiva investigación para esclarecer la muerte del trabajador".
Tensión en los muelles
El directorio de TPR está integrado por ejecutivos de Vicentin y la empresa chilena Ultramar, socios de la firma.
La relación entre el Supa y TPR atraviesa una etapa de crisis desde el conflicto laboral por la actualización paritaria que mantuvo el puerto parado por varias semanas hacia fin de año. En rigor, desde la solución de ese conflicto TPR nunca recuperó la actividad y el trabajo en los muelles (también en parte por la situación económica) no se normalizó desde la huelga.
Además, TPR está bajo la mira del Enapro por sus repetidos incumplimientos contractuales a los términos de la concesión, sobre todo en materia de inversión en infraestructura.
A diferencia de lo ocurrido durante las administraciones anteriores, muy permisivas con las decisiones de la concesionaria (por ejemplo varias veces se atrasó en el pago del canon), el Enapro ahora lo sigue bien de cerca acumulando multas y sanciones contra TPR.
Habrá que ver si las investigaciones penales derivadas de la denuncia del sindicato suponen un nuevo escollo a la permanencia de los actuales accionistas.
En círculos políticos se viene batallando por correr a Vicentin de TPR ya que se trata de un socio sin posibilidad de aportar capital (habida cuenta del default de la casa matriz), convirtiéndose así en un escollo para la concreción de las inversiones en infraestructura que demanda con urgencia el muelle rosarino.
Por su parte, la empresa emitió por la tarde del viernes un escueto comunicado en el que no ahonda en explicaciones sobre el accidente, pero sí asegura que “apenas ocurrió el hecho, se activaron de forma inmediata todos los protocolos correspondientes para enfrentar la lamentable situación”.
En el comunicado, TPR también sostuvo que además de estar colaborando con las autoridades, “se está acompañado a la familia brindándoles apoyo”.