El ejemplar de pájaro carpintero fósil más completo de Sudamérica fue hallado en San Pedro, a unos 170 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires, y se cree que su antigüedad "es superior a los 200.000 años", informó el Museo Paleontológico de esa ciudad.
El hallazgo fue realizado en una cantera de extracción de tosca ubicada a unos cinco kilómetros al este de la ciudad en un predio que es propiedad de la firma “Tosquera San Pedro”, durante una excavación de cinco hectáreas de extensión donde se puede acceder a estratos de hasta un millón de años de antigüedad.
Se precisó que durante una salida de rutina, José Luis Aguilar y Silvina Carro, integrantes del museo, observaron las pequeñísimas piezas de esta ave en una saliente rocosa de color pardo. Como se trata de una cantera en actividad, recortaron un pequeño “bochón” de sedimentos conteniendo los frágiles huesos fosilizados y lo llevaron al laboratorio del museo.
"La sorpresa fue mayúscula cuando el equipo del museo efectuó las primeras tareas de limpieza sobre el ejemplar y se dieron cuenta que adentro de esa roca había un ave fosilizada muy completa esperando ser liberada", señalaron.
Un hallazgo de 16 centímetros
Los expertos del museo se maravillaron al advertir el estado de conservación del animal, ya que se trata de un fósil sumamente completo en todo su lateral izquierdo.
Así, se explicó que tiene el cráneo y mandíbulas enteros, húmero, carpometacarpo, fémur, tibiotarso con fragmento de fíbula, cintura pélvica, sinsacro, escápula, cúbito y radio y tres vértebras cervicales.
José Luis Aguilar, director del museo, detalló que "el estado de conservación del ejemplar es asombroso: sus delicadas partes se han conservado en un limo fino que luego se transformó en roca" y añadió que se cree que su antigüedad "es superior a los 200.000 años, ya que fue hallado en sedimentos depositados en la base de una edad geológica denominada bonaerense".
"Los huesos fósiles del ejemplar estaban articulados en posición de vida, distribuidos en un pequeño espacio de tan sólo 16 centímetros de largo por cuatro centímetros de ancho; el cráneo y las mandíbulas vueltos hacia atrás, su brazo izquierdo contraído y su pata trasera elongada", describió el paleontólogo.
Sostuvo que en el cúbito se aprecian las cánulas o papílas remigiales donde iban insertadas las plumas remeras, y apuntó que su cráneo y sus extremidades "revelarán datos que completarán los vacíos existentes en el registro fósil de estos pájaros".
Reconoció también que estaban "muy contentos por el hallazgo, ya que aporta un ejemplar único para el estudio de este grupo de aves".
Un hito
Tras el hallazgo, el carpintero prehistórico está siendo estudiado por Jorge Noriega, uno de los investigadores de aves fósiles más reconocidos de Argentina junto a un grupo de expertos de la Fundación Azara y del Centro de Investigación Científica y de Transferencia Tecnológica a la Producción de Diamante.
Noriega explicó que “la familia Picidae incluye a nivel mundial 28 géneros y unas 216 especies vulgarmente conocidos como pájaros carpinteros, con una distribución cosmopolita en las regiones holárticas (América del Norte y Eurasia), neotropical (América del Sur y parte de Centroamérica), afrotropical (África y Oriente Medio) y oriental (Indomalasia), con la excepción de Australia, Madagascar y los polos”.
“Sin embargo, el registro fósil mundial de pájaros carpinteros es muy escaso y comprende material fragmentario representado principalmente por pocos elementos esqueléticos", dijo. Para el profesional, el registro paleontológico sudamericano es aún más pobre y la mayoría de las menciones se restringen a formas vivientes provenientes del Cuaternario de Brasil, Argentina y Uruguay.
Según indicó, "la excepción es una especie extinta descripta por Agnolin y Jofré para el Pleistoceno tardío del noreste de la provincia de Buenos Aires, Colaptes naroskyi".
Desde el Museo de San Pedro se aseguró que el análisis preliminar del ejemplar de San Pedro permite identificarlo como un miembro del género Colaptes, aunque se aclaró que en el futuro "será necesario profundizar las comparaciones de su morfología y de sus medidas con otros representantes fósiles y actuales a fin de llegar a una determinación precisa a nivel especie".
Al respecto, Noriega planteó que "las dimensiones de sus huesos resultan algo mayores que las de las especies de Colaptes que actualmente habitan la región, aunque sus proporciones son muy similares”.