La Justicia sobreseyó al jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y otros 13 imputados, investigados por el asesinato de Lucas González ocurrido el 17 de noviembre de 2021.
La jueza Vanesa Peluffo dispuso hacer "expresa mención de que la imputación formulada no afecta al buen nombre y honor que hubieren gozado", tras el pedido por parte del fiscal Leonel Gómez Barbella y la querella consintió el planteo.
"Luego de los argumentos expuestos y un minucioso análisis de las constancias, concluyo que los dictámenes fiscales cumplen mínimamente los requisitos que el ordenamiento procesal vigente reclama para su validez", destacó la jueza.
Además del jefe de la Policía de CABA, Gabriel Berard, también fueron sobreseídos Micaela Soledad Fariña, Lorena Paola Miño, Ernesto Fabián Martínez, Mayra de los Milagros Gorosito Ledesma, Bárbara Adriana Ojeda, Melina Jeannette Miño, Santos Ochoa, Damián Lobos, Pablo Daniel Granara, Verónica Andraca, Silvia Alejandra Ozón, Fabián Lencina y Daniel Guffanti.
El sobreseimiento generalizado fue dictado porque "corresponde, superado el control que corresponde efectuar, frente a la ausencia de impulso por parte de ambos acusadores".
¿Cómo fue el crimen de Lucas?
Lucas y sus amigos fueron atacados a balazos el 17 de noviembre de 2021 cuando regresaban a sus casas en a bordo de un Volkswagen Suran, luego de entrenar en el club Barracas Central.
Los cuatro fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 a la altura del cruce de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield.
Como no tenían identificación policial, los adolescentes pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y dos balazos impactaron en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela.
En la escena se montó un operativo tendiente a encubrir lo sucedido y para intentar hacer pasar el hecho como un tiroteo con delincuentes, para esto incluso, plantaron una réplica de arma en el auto de los jóvenes.
Los tres amigos de Lucas fueron esposados y trasladados en calidad de detenidos al instituto de Menores Inchausti, desde donde fueron liberados al día siguiente tras determinarse que no se trataban de delincuentes sino de adolescentes que habían salido de un entrenamiento de fútbol.
Lucas tenía 17 años, jugaba al futbol y fue asesinado por abuso de poder policial.