En la madrugada de este jueves, luego de la masiva marcha federal universitaria, el Gobierno publicó el veto a la ley de Financiamiento Universitario bajo el argumento de querer "dañar al gobierno políticamente" y al equilibrio fiscal, mediante la ampliación de partidas presupuestarias no previstas.
Más temprano, en un comunicado, el Ejecutivo acusó a referentes políticos de la oposición que asistieron a la protesta de conformar "un nuevo frente de izquierda populista".
Mediante el decreto 879/2024, el presidente Javier Milei avanzó con el rechazo a la normativa sancionada por el Congreso, que apuntaba a incrementar el presupuesto del sector universitario y los salarios de los trabajadores docentes y no docentes. La medida era respaldada por una buena parte de la sociedad civil.
El texto publicado en el Boletín Oficial señala que "el proyecto de ley en análisis no pretende defender ni garantizar la protección y el sostenimiento del financiamiento de las Universidades Nacionales, sino que procura dañar al gobierno políticamente".
En está línea, denuncia que "es manifiestamente violatorio del marco jurídico vigente, en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento".
Más temprano, la Oficina del Presidente difundió un comunicado en el que descalificó la iniciativa de luchas y responsabilizó directamente a algunos dirigentes políticos de la oposición de orquestar un ataque al Gobierno, "el Poder Ejecutivo celebra el sinceramiento de los dirigentes Cristina Kirchner, Sergio Massa, Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió, quiénes han decidido unirse públicamente públicamente con el objetivo de obstruir el plan económico del Presidente", afirmaron.
Según el comunicado, la participación en la marcha universitaria de estos dirigentes se trata de una convergencia que "deja de manifiesto la consolidación de un nuevo frente de izquierda populista en defensa de los privilegios de la dirigencia política".