El Banco Central decidió que la Casa de Moneda dejará de emitirá billetes de $1.000 y $2.000 para empezar a importarlos. La razón de la decisión política es reducir los costos de la entidad.
De esta manera, las máquinas de imprimir billetes fueron apagadas a partir de las 22 horas de este lunes.
Según estable el comunicado, "al personal afectado directamente a dicha actividad productiva, se le dará curso a la utilización de los períodos vacacionales que tengan disponibles" y su continuidad laboral para el 2025 es incierta.
Según informaron fuentes del Gobierno, producir billetes es más caro que importarlos por lo que ya aparecen en el radar del oficialimo empresas extranjeras para ocuparse de su elaboración.
Desde el Gobierno señalaron que consideran que la cantidad circulante de papeles de $1.000 y $2.000 es suficiente porque lo que se necesita son de mayor denominación.
La gestión de La Libertad Avanza anunció hace meses su intención de cerrar la imprenta pública que se creó en 1875, durante la administración de Nicolás Avellaneda. Por el momento seguirá funcionando con la confección de pasaportes y patentes de vehículos.