El G20 es el principal foro de cooperación económica internacional. El grupo está conformado por Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía, y dos bloques regionales: la Unión Africana y la Unión Europea. El conjunto, representa el 85% del PIB mundial, más del 75% del comercio mundial y alrededor de dos tercios de la población mundial. La próxima cumbre del G20 está prevista para los días 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro.
La reunión de Brasil, servirá para exponer las conclusiones del trabajo que vienen realizando diferentes comisiones en torno a un muy amplio abanico de temas económicos y sociales. Más precisamente, la agenda previa a la cumbre incluyó el comercio internacional, el panorama financiero, el cambio climático, la lucha por la igualdad de género, la necesidad africana por mayores inversiones en infraestructura y la recomendación sobre la preparación de los países frente a eventuales futuras pandemias.
Pero en lo estrictamente social, durante los encuentros previos a la cumbre de Río, se destacó el impulso de la denominada Alianza global contra el hambre y la pobreza que será presentada integralmente en los próximos días. Previamente, en octubre de este año, el ministro brasileño de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre, Wellington Dias, se refirió a los lineamientos del programa en la sede de la ONU en Nueva York, explicando que el espacio unirá esfuerzos de gobiernos y organizaciones internacionales para implementar soluciones prácticas procurando erradicar el hambre y la pobreza.
La exposición de Dias resultó oportuna, porque al tratarse del recinto de las Naciones Unidas, la visibilización del proyecto se ofreció ante el mismo organismo que en sucesivos informes viene subrayando la necesidad de unir y aumentar recursos contra el hambre en el mundo. En ese sentido, la ONU estima que más de 600 millones de personas sufrirán hambruna en 2030, como consecuencia de la guerra, el cambio climático y la profundización de las desigualdades.
Como país anfitrión de la próxima cumbre del G20, Brasil ha otorgado una prioridad absoluta a la iniciativa de la Alianza, consiguiendo incluso la adhesión de instituciones financieras internacionales tales como las del Banco Africano de Desarrollo, Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Banco Europeo de Inversiones, Banco Interamericano de Desarrollo, Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, Fondo Monetario Internacional, Nuevo Banco de Desarrollo y Grupo Banco Mundial.
Por otro lado, el diseño del calendario de reuniones técnicas con las rondas de trabajos e informes previos a la reunión de mandatarios, ha puesto mucho énfasis en el desarrollo sostenible, teniendo en cuenta que la cumbre del “G20 Social” se va a realizar en Río de Janeiro del 14 al 16 de este mes, es decir, con finalización prevista a solo 48 horas de la reunión de los líderes de los diferentes países miembros.
Con el impulso de la Alianza global contra el hambre y la pobreza, y en medio de las crecientes tensiones bélicas en diferentes partes del mundo, el campo de la cooperación internacional tendrá con la cumbre de Río, una nueva oportunidad de anteponer a la guerra que destruye y causa hambruna, la unión de esfuerzos que procura atender con urgencia la necesidad de construir un mundo socialmente más justo.