En un mensaje de Truth Social, Trump dijo que Venezuela ha sido "muy hostil" con EE.UU. y que los países que le compren petróleo se verán obligados a pagar el arancel en todo su comercio con EE.UU. a partir del 2 de abril.
Lo más probable es que los aranceles se sumen a los impuestos a los que se enfrenta China, que en 2023 compró el 68% del petróleo exportado por Venezuela, según un análisis de 2024 de la Administración de Información Energética de EE.UU.
España, India, Rusia, Singapur y Vietnam también figuran entre los países que reciben petróleo de Venezuela, según el informe. Pero incluso Estados Unidos, a pesar de sus sanciones contra Venezuela, compra petróleo de ese país.
En enero, Estados Unidos importó 8,6 millones de barriles de petróleo de Venezuela, según la Oficina del Censo, de los aproximadamente 202 millones de barriles importados ese mes.
Y ayer lunes, el Departamento del Tesoro concedió una prórroga hasta el 27 de mayo al permiso de la estadounidense Chevron Corp. para bombear y exportar petróleo venezolano. La prórroga, conocida como licencia general, exime al país de las sanciones económicas y le permite seguir bombeando petróleo. En febrero, Trump anunció el fin de la relación Chevron-Venezuela, en lo que llegó a ser un salvavidas financiero para el país sudamericano.
Réplica de Maduro
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, respondió acusando a EE.UU. de violar las reglas del comercio internacional con una "medida arbitraria, ilegal y desesperada" destinada a "socavar el desarrollo" de la nación sudamericana.
"Durante años, la derecha fascista, repudiada por el pueblo venezolano, ha promovido sanciones económicas con la esperanza de poner a Venezuela de rodillas", dijo el Gobierno en un comunicado. "Fracasaron porque Venezuela es un país soberano, porque su pueblo ha resistido con dignidad y porque el mundo ya no se somete a ninguna forma de dictadura económica".
El presidente estadounidense argumenta que los aranceles traerán de vuelta los puestos de trabajo en el sector manufacturero, en lugar de empeorar las presiones inflacionistas y obstaculizar el crecimiento, como han advertido los economistas. Su última prueba anecdótica llegó el lunes, cuando Hyundai anunció en la Casa Blanca que construirá una planta siderúrgica de 5.800 millones de dólares (5.400 millones de euros) en Luisiana.
"Esta inversión es una clara demostración de que los aranceles funcionan con mucha fuerza", dijo Trump, añadiendo que la nueva planta del fabricante surcoreano de automóviles crearía 1.400 puestos de trabajo. El presidente ejecutivo de Hyundai Motor Group, Euisun Chung, dijo al presidente: "Estamos realmente orgullosos de estar con usted y orgullosos de construir el futuro juntos". (Associated Press)