Un mes después de que Israel cortara el flujo de ayuda hacia Gaza, las agencias advierten que la situación humanitaria en el territorio se ha deteriorado peligrosamente, mientras empeora la condición de dos millones de civiles por las intensas operaciones militares israelíes.
Naciones Unidas y varias ONG, así como civiles en Gaza que han hablado con CNN, dicen que el hambre se está extendiendo, hay menos acceso a agua potable y las pulgas infestan los campamentos improvisados para desplazados.
Los problemas que han afectado a la población del territorio durante los últimos 18 meses se han visto acentuados por el renovado ataque lanzado por las FDI en marzo, que ha incluido varias órdenes de evacuación.
Presión sobre Hamas
El gobierno israelí suspendió el suministro de alimentos y otra ayuda humanitaria a Gaza antes de la ofensiva, en un intento de presionar a Hamas para que libere a más rehenes e imponga nuevas condiciones a la extensión del alto el fuego. Israel también afirma que Hamas intercepta y desvía envíos de ayuda humanitaria a Gaza, una acusación que Estados Unidos confirmó el pasado mes de mayo.
Más de 280.000 personas han sido desplazadas en las últimas dos semanas y dos tercios del territorio de Gaza son ahora zonas prohibidas, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Desplazados en todas partes
Los refugiados palestinos desplazados se mueven entre los escombros para encontrar un lugar seguro mientras los ataques de Israel continúaban ayer domingo en Gaza.
El portavoz de la municipalidad de la ciudad de Gaza, Assem Al-Nabeeh, dijo a CNN que después de varias órdenes de evacuación recientes “la gente está siendo literalmente desplazada en todas partes, en carreteras principales, en parques públicos, cerca de vertederos de basura, en plazas e incluso en edificios que están al borde del colapso”.
“Incluso antes de las últimas órdenes de evacuación, solo el 40% de la ciudad tenía acceso a agua”, afirmó Al-Nabeeh. Calculó que se habían acumulado 175.000 toneladas de residuos en toda la ciudad.
Guerra sin límites
El alto funcionario de la OCHA para los territorios palestinos, Jonathan Whittall, declaró a principios de esta semana que se estaba librando una “guerra sin límites” en Gaza.
En un informe publicado este viernes, la OCHA declaró: “Gaza se enfrenta a un nuevo riesgo de hambre y desnutrición, ya que el bloqueo total de carga, que ya entra en su segundo mes, prácticamente detiene la distribución de harina y cierra todas las panaderías subvencionadas”.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó el jueves que las 25 panaderías subvencionadas de Gaza habían cerrado por falta de gas para cocinar y harina. Añadió que más de un millón de personas se quedaron sin paquetes de alimentos en marzo y que, si bien el suministro de comidas calientes continúa, las existencias actuales durarán un máximo de dos semanas.
Respuesta israelí
La agencia israelí a cargo de coordinar las entregas de ayuda a Gaza dice que debe haber “un mecanismo estructurado de monitoreo y entrada de ayuda” para evitar que Hamas se apodere de los suministros humanitarios y para asegurar que las operaciones de las organizaciones permanezcan “neutrales e imparciales”.
La agencia COGAT dijo que está preparando un nuevo mecanismo que “apoyaría a las organizaciones de ayuda, mejoraría la supervisión y la rendición de cuentas, y garantizaría que la asistencia llegue a la población civil necesitada, en lugar de ser desviada y robada por Hamas”.
El mecanismo ha sido presentado a organizaciones de ayuda internacional, según un funcionario de COGAT, pero su uso depende de un acuerdo de alto el fuego o de un cambio en la directiva del gobierno. Mientras tanto, enormes cantidades de ayuda permanecen fuera de Gaza. (CNN/Reuters)