Una nueva semana de conflicto envuelve a Vicentín, la histórica agroexportadora con sede en Avellaneda, provincia de Santa Fe. La situación, que ya lleva cinco años bajo proceso concursal, se tensó aún más tras la decisión de la Cooperativa de Servicios Públicos de cortar el suministro eléctrico en una de las unidades de negocio por una deuda que supera los 600 millones de pesos.
A pesar de que el juez concursal había ordenado no interrumpir el servicio por 60 días hábiles, la cooperativa —empresa de carácter asociativo que no cuenta con respaldo estatal— procedió al corte por la falta de respuestas y pagos, "la situación que ya venía complicada desde enero... hoy hay una deuda de 600 millones de pesos en energía desde Vicentín hacia la cooperativa" explicó.
Desde el municipio afirman que la cooperativa intentó sin éxito establecer mesas de diálogo y audiencias con la administración de la empresa, actualmente intervenida por resolución judicial, "la falta de comunicación generó la decisión de los directivos de la cooperativa de luz de generar el corte energético para realmente empezar a salvaguardar los activos de la cooperativa" sostuvo Braidot.
Si bien la energía fue restituida dos horas después por orden judicial, la preocupación persiste. Según detalló el presidente de la cooperativa, Carlos Nobile, este viernes se celebrará una reunión clave entre la cooperativa y los interventores de Vicentín para intentar establecer un nuevo esquema de pagos que permita continuar con la operación industrial sin afectar la estabilidad financiera de la proveedora de energía.
Mientras tanto, los trabajadores de la planta continúan operando con normalidad y lograron un acuerdo para cobrar el 80% de los sueldos adeudados en tres cuotas, "los trabajadores hoy están trabajando normalmente se ha llegado a un acuerdo de cobrar el 80% del sueldo adeudado a la semana pasada en tres cuotas" afirmó el intendente.
Braidot también cuestionó la demora en el proceso concursal, que ya lleva cinco años, y señaló intereses externos que estarían obstaculizando la homologación del acuerdo presentado por la empresa. "Sabemos que hay grupos económicos importantes que quieren quedarse con esta empresa, que es una unidad de negocios rentable. Los rehenes son los trabajadores, somos las ciudades" advirtió.
Sobre el lema "Todos somos Vicentín", que en su momento recorrió las calles de Avellaneda, el intendente fue claro: "Uno nunca salió a respaldar a directivos. Lo que nos importa es que los puestos de trabajo se sostengan y que la gente cobre su sueldos, la propiedad no nos importa".
Finalmente, hizo un llamado a que todos los actores involucrados —interventores, acreedores y cooperativas— formen parte de una mesa de decisiones para evitar que otras empresas caigan en el proceso. "Lo que defendimos siempre y vamos a seguir haciendo es que la fábrica siga en funcionamiento, que la gente siga laburando" concluyó.
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