Las bajas temperaturas que se registran desde hace varios días y el pronóstico de que persistirán esas condiciones meteorológicas, incrementan la posibilidad de observar mortandad de peces en diferentes cursos de agua. La advertencia fue realizada por el gobierno de Santa Fe a través de su Ministerio de Medio Ambiente.

Las mortandades, en caso de ocurrir, responden a tres condiciones que están confluyendo en estos momentos: la bajante abrupta del nivel hidrométrico —aislando las lagunas interiores del sistema—, las bajas temperaturas reinantes y la presencia de ejemplares juveniles de las distintas especies con mayor sensibilidad al frío.

A través de distintos monitoreos llevados adelante desde 2005 en forma permanente por la dirección de Manejo Sustentable de los Recursos Pesqueros, se advierte sobre este tipo de fenómeno de origen natural, que puede presentarse con diferentes magnitudes y extensiones.

En caso de detectar alguno de estos fenómenos, se recomienda a la población en general poner en práctica el protocolo de actuación para mortandad de peces, descargando los formularios desde la página web del gobierno provincial: www.santafe.gov.ar.

Los formularios deberán ser remitidos o entregados en la dirección General de Manejo Sustentable de los Recursos Pesqueros, Ministerio de Medio Ambiente, Patricio Cullen 6161 (3000) Santa Fe, teléfono (0342) 4579210, correo electrónico [email protected].

Poco oxígeno 

En febrero de este año, con temperaturas muy elevadas, se produjo una importante mortandad de peces de varias localidades de la provincia y de la zona costera aledaña a la capital. En esa oportunidad, la cartera de Medio Ambiente elaboró un informe donde se explicó que las altas temperaturas, “acompañadas de una repentina crecida del caudal de agua, están provocando una disminución en los niveles de oxígeno”. El escaso oxígeno era la causa central de la muerte de peces.

“La reciente crecida (del río Paraná) arrastró la materia orgánica de lagunas, que sumada a las altas temperatura y al entrar esta en descomposición, disminuyeron aún más los niveles de oxígeno”, decía aquel informe. “Esta situación se manifiesta en ambientes de aguas poco profundas, no así en el cauce principal de los ríos”.