La abogada y militante histórica de los derechos de la mujer, Nelly Minyersky, dialogó con La Pulpo sobre la votación del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo que comenzó el miércoles 8 y finalizó en la madrugada de este jueves con la mayoría de los votos negativos en el Senado nacional. 

"Estamos meditando, pensando en lo que sucedió ayer. Creo que a pesar de no haber recibido la sanción definitiva de la Ley, fue un día histórico. Hubo dos millones de personas movilizadas, y aunque fueran un poco menos es una cantidad prácticamente nunca vista en nuestra historia", expresó en comunicación con Claudio "Turco" Cherep, Pablo Bolcatto y Noelia Yossen. 

"Las mujeres que integran la Campaña (por el aborto seguro) trabajaron muy duro y creo que el juntar esa cantidad de personas es un éxito que ya no tiene marcha atrás, porque las jóvenes, los hombres, los adolescentes, las mujeres de cualquier edad que concurrieron expresaron que nuestra lucha es cierta y es auténtica", continuó Minyersky.

Más adelante, apuntó contra los legisladores que no apoyaron la iniciativa que contaba con media sanción de la Cámara de Diputados: "Si no se logró la ley es nada más porque los senadores no tienen conciencia de que las creencias personales no deben ser invocadas cuando se trata de representar al Pueblo, sino que tienen que regirse por la Constitución y los tratados de los Derechos Humanos", sostuvo.

"El problema es que hay ciertos senadores que tienen que retirarse de la función, que hablan con términos antiguos  que no tienen nada que ver con las ciencias biológicas y con las ciencias jurídicas, entonces es muy penoso y sobre todo ver que los senadores de las provincias más afectadas, donde mueren las mujeres y tienen la mayor cantidad de niñas embarazadas y violadas que se opongan a esta Ley", analizó la abogada.

"Hay muchas mujeres que nos antecedieron y ahora estamos maravilladas por todas las jóvenes que han tomado la posta. Ver como los senadores dieron la espalda a los reclamos de los derechos humanos de las mujeres, pero también es maravillosa que más de un millón de personas se reúnan bajo el frío y la lluvia para gritar juntas que no se apoderen de nuestros cuerpos", sentenció

"Yo no quiero ser dueña del destino de nadie pero tampoco quiero que otros sean dueños de nuestro destino", concluyó  Nelly Minyersky.

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