El sacerdote Juan Aveiro, imputado y detenido a raíz de una serie de testimonios de internos del Cottolengo Don Orione de General Lagos, una localidad del sur de la provincia de Santa Fe, recibió este viernes una nueva imputación por tenencia de pornografía infantil.
El 11 de junio pasado, al acusado fue imputado por los delitos de abuso sexual agravado por haber sido cometido por persona encargado de la guarda de las víctima en dos hechos y abuso sexual gravemente ultrajante agravado por persona encargado de la guarda en un hecho cometidos entre fines de diciembre de 2015 y mayo de 2018. La decisión estuvo a cargo de la jueza de Primera Instancia, Mónica Lamperti a instancias de la fiscal Nora Marull de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual.
Ahora, en una nueva audiencia, fue citado nuevamente al Centro de Justicia Penal para que responda sobre el material encontrado en su celular como parte de una misma investigación. Según las pericias ordenadas por la unidad de Delitos Sexuales, en el teléfono del cura había 12 videos pornográficos de menores de edad que no habían sido registrados por él.
Por ello, el juez de primera instancia, Ramón Pablo Lanzón, aceptó el nuevo cargo impulsado por la fiscal Marull y rechazó dejar sin efecto la prisión preventiva domiciliaria dictada en la última audiencia.