Un joven de 22 años identificado como Maximiliano Gabriel Velázquez fue condenado a 13 años de prisión por el homicidio de Alexander Claudio Tarragona cometido en 2016 en la ciudad de Santa Fe. La pena fue dispuesta por tribunal pluripersonal integrado por los jueces Gustavo Urdiales, Héctor Candioti y Rosana Carrara, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.
La investigación de los hechos ilícitos estuvo a cargo de la fiscal Ana Laura Gioria. La funcionaria del MPA le atribuyó a Velázquez la autoría del delito de homicidio calificado (por el empleo de arma de fuego) en concurso real con tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil.
En la vía pública
“En la noche del domingo 28 de febrero de 2016, el condenado, la víctima y otro joven estaba en inmediaciones de la intersección de las calles Piedrabuena y Hermano Figueroa del barrio Estanislao López. En un momento determinado, Velázquez comenzó a discutir con las otras dos personas”, recordó la fiscal.
Gioria continuó el relato de lo ocurrido e informó que “de repente, el condenado sacó un arma que guardaba cerca de su cintura y le disparó a una de las personas con la que estaba discutiendo”.
“Tarragona se interpuso en la agresión de Velázquez a la otra persona, e inmediatamente después comenzó a correr con el objetivo de escapar del lugar. Sin embargo, Velázquez lo persiguió y continuó con los disparos. Finalmente, una de las balas impactó en la cara lateral del hemitórax derecho y le causó la muerte”, concluyó la fiscal.
Desprecio por la vida
“Velázquez cometió el homicidio de manera voluntaria y como forma de resolver un conflicto personal. A esto se le suma que, para asegurar el resultado de su intención, empleó un arma de fuego que tenía de forma ilegítima”, argumentó la fiscal (Ver Allanamiento).
Por último, Gioria aclaró que “como los hechos ocurrieron en la vía pública, al momento de definirse la pena se tuvo en cuenta el peligro causado no sólo a la persona que finalmente murió, sino también terceros”. En tal sentido, la funcionaria del MPA concluyó que “el accionar de Velázquez evidencia un marcado desprecio por las normas jurídicas y por las reglas de convivencia en una sociedad civilizada bajo la vigencia y el amparo de la ley”.
Allanamiento
La fiscal también se refirió al arma de fuego de uso civil que Velázquez tenía en su poder de forma ilegal. “Luego del homicidio de Tarragona, el sábado 12 de marzo de 2016 se realizó un allanamiento en la casa del en la ciudad de Santa Fe. En el operativo –que se realizó con la debida autorización judicial–, se le secuestró un revólver calibre 32 largo con un cartucho intacto en su interior, de la cual no tenía autorización para tenerla”, expresó la fiscal.