“Esto es lo que había en mi camioneta, regalo de Tostado que me traje”..fueron las palabras del dueño del vehiculo al encontrarse con una lampalagua en su motor.
“Las serpientes son animales de sangre fría y pudo ser que ésta se refugió en el motor del automóvil en busca de calor o de un refugio seguro”
Minutos después, el reptil fue devuelto a su hábitat por este buen vecino.
Movediza y silenciosa, la boa de las vizcacheras –también conocida como Lampalagua– aparece como, quizá, la más grande que habita la Argentina.
Bautizada con el nombre científico de “boa constrictor occidentalis”, esta especie es dueña –además de su notable tamaño– de otra particularidad: es una de las variedades de ofidios que más cerca está de la extinción.
Con presencia cada vez menor en provincias como Salta, Formosa, Chaco, Jujuy, Santiago del Estero, Tucumán, La Rioja, Catamarca, San Juan, Córdoba, Mendoza y San Luis, la Lampalagua es una serpiente de comportamiento solitario y más bien nocturno.
Fuente: Calchaquí al Mundo