Investigadores de varios países encontraron por primera vez en ballenas azules del Hemisferio Sur contaminantes orgánicos persistentes (COP), que representan una amenaza para la vida humana y el medio ambiente, y demostraron su capacidad para transportarse a mucha distancia, informaron los científicos al presentar los resultados.
La investigación, un trabajo conjunto entre científicos de España, Chile, Argentina y Australia publicada en la revista Science of the Total Environment, arrojó que las 40 muestras obtenidas a 37 ballenas presentaban todas los COP que se estaban estudiando (PCB, PBDE, DDT y HCB).
Los contaminantes orgánicos persistentes (COP o persistent organic pollutants, POPs, en inglés) son sustancias generadas por el ser humano; además de su toxicidad, se caracterizan por su transporte a largas distancias, su persistencia a lo largo del tiempo y porque se bioacumulan, es decir, se concentran en los niveles superiores de las redes alimentarias.
Así, predadores del ecosistema marino como las orcas, y también otros cetáceos que son muy longevos como las grandes ballenas, pueden acumular estos compuestos tóxicos en sus cuerpos, en particular en la grasa.
Fuente: Agencia Télam.