"Yo me dedico a pintar de mañana y de tarde soy panadero. Me dirigía a preguntar el precio de una pintura. Pero nunca llegué, porque cuando iba vi una camioneta de la cual bajó un hombre que discutía por teléfono. Entré a un kiosco y cuando salí ví a ese mismo hombre subirse a la camioneta y acelerar a fondo, dejando algo ahí. Le hice señas y no advirtió nada. Llegué, encontré el maletín, lo abrí y eran rollos grandes de dólares" señaló el muchacho en contacto exclusivo con Telenoche.
José se dedica a hacer changas. Cuando vio la plata, no lo pudo creer: "Yo no conocía esos billetes, solamente conozco el de cien pesos. Me agarró un estado de shock, no sabía qué hacer. Lagrimeando le dije a Dios 'no me merezco esto', porque la verdad no merecía tanto dinero de golpe".
El hombre llamó a la Policía, pero no logró comunicarse. Por eso mandó un audio a un periodista de una radio contándole lo sucedido: "Cuando iba caminando a la emisora, ví que la camioneta volvía. Paró, bajó el mismo señor de antes y le dije 'tome, yo sé que es suyo'. Me pidió el teléfono y la dirección y me ofreció plata, pero yo le dije que no".
El mismo sábado el señor del maletín se comunicó con José: "Es de Buenos Aires, pero iba a Rosario. Me agradeció infinitamente y me preguntó si tenía casa, me prometió darme una casa y un millón de pesos. Pero de nuevo yo le dije que no. Asimismo me ofreció un trabajo, que es lo que más quiero. En blanco. Tengo 40 años y me encanaría tener un empleo, tengo hijas y a veces a uno le falta la plata".
Paradójicamente, el sábado José no pudo cobrar ningún trabajo. Volvió con el bolsillo vacío, cuando minutos antes había tenido 20 millones de pesos en sus manos: "Comí fideos y una milanesa de hígado". Sin embargo, José nunca dudó de su acción: "Soy humilde, el dinero para mí no tiene sentido. A mí la plata me gusta ganármela, con mi esfuerzo. Tener todo de golpe no lo acepto".
El día siguiente, recibió el llamado del propietario del dinero y le expresó su agradecimiento a José. "Él me contó que esa plata, era para comprar un predio termal en el departamento Colón. Me preguntó en qué trabajaba y le dije que estaba en negro y quería conseguir un trabajo "en blanco" para tener mutual para mis hijas y mi familia. El hombre, Gustavo, me ofreció que cuando compre las termas, me prometió que me iba a llevar con él y darme trabajo en blanco por lo que hice", recordó José.