Ya se habían sentado y estaban esperando la comida, junto a sus compañeritos de la escuela 28 de Andacollo, cuando la directora notó que no habían llevado servilleta y botella con agua por lo que los hizo levantar, escribió notas en sus cuadernos y los envió a sus casas antes del horario previsto y sin comer.
La escena ocurrió el viernes pasado y sus protagonistas son estudiantes de tercer y cuarto grado, según explicó la secretaria de ATEN, Nina Arévalo. Uno de ellos llegó a su casa antes de que los padres regresaran de sus jornadas laborales y no había nadie para recibirlo, pero lo encontró su abuelo. Otros tuvieron que esperar hasta después de las 14 para que alguien les pudiera cocinar.
La furia creció durante la tarde y los familiares se presentaron en la escuela al día siguiente, para pedir explicaciones. La directora se mostró arrepentida por lo que había hecho, pero para los padres y madres las disculpas no fueron suficientes para reparar el daño. En conjunto redactaron una nota que enviaron a diferentes instituciones. “Nuestros niños sufrieron un daño moral y humillante por parte de esta docente, negándoles el alimento”, afirmaron.
Una de las notas fue al Concejo Deliberante, que convocó a una reunión conjunta de todos los establecimientos educativos de la localidad para la próxima semana. La misiva también se envió a la Defensoría del Niño y al distrito educativo, con la expectativa de que lo ocurrido se trate en el Consejo Provincial de Educación: “pedimos una sanción para la docente por no tener un ápice de sensibilidad frente a nuestros chicos”.
Además del claro enojo de las familias, el malestar circuló por todo el pueblo “porque somos pocos y nos conocemos todos”, explicó Arévalo. Las críticas de los vecinos apuntan contra la escuela, mientras que los docentes que se desempeñan en la institución también están molestos porque no se habían hecho acuerdos sobre el comedor, por lo que desde la dirección se convocó a una reunión con todo el personal.
Fuente: Río Negro.