Moderna, con más espacio verde y una mejor iluminación pero preservando su impronta y estructura original, así luce la plaza San Martín tras la puesta en valor y remodelación que llevó a cabo el Gobierno de la Ciudad. Con una gran fiesta de la que participaron vecinos y comerciantes, el intendente José Corral este sábado inauguró las obras que allí se concretaron. La finalidad de la intervención fue mejorar su calidad ambiental y devolverle la jerarquía de plaza.
La propuesta consistió en ganar mayor superficie de uso peatonal mediante la disminución de la calzada destinada al tránsito vehicular. Eso permitió ganar superficie verde absorbente, lo que baja la temperatura y colabora con la absorción de las lluvias.
Este lugar, delimitado por calles 1º de Mayo, 9 de Julio, Tucumán y Primera Junta, está ubicado frente al cuartel de Bomberos de la Ciudad y también al Ministerio de Seguridad; y a pocos metros del conocido Patio Catedral. Es un espacio de encuentro de amigos y familias, pero también de manifestaciones sociales de todo tipo.
A la inauguración no le faltó nada. Arte de la mano de los más chicos, magia, música y mucha alegría hicieron que la plaza se vistiera de fiesta. Tampoco faltó nadie porque mientras los grandes disfrutaban del tango a cargo de Luciana Tourné, los niños se divertían con el show del Mago Fernán y Califleto, y un taller creativo de plástica; y los más jóvenes fueron testigos de una gran demostración de freestyle, trap y rap a cargo de Invasión Rapper, un grupo que cada mes elige la Plaza San Martín para mostrar lo que hace.
Durante el acto se destacó especialmente el acompañamiento para llevar a cabo esta renovación por parte de la Asociación de Amigos de la Plaza San Martín, las cuadrillas del Gobierno de la Ciudad y los placeros, los Bomberos Zapadores, la Vecinal Centro, el Colegio de Médicos, el Museo Florentino Ameghino, también a la comunidad educativa de la Escuela Sarmiento y los comerciantes de la zona.
Vale recordar que con la participación de la ciudadanía, en 2018 -considerado el año de los espacios públicos-, el Gobierno de la Ciudad puso en valor distintos espacios verdes de la capital provincial: la plazas Fournier, Malvinas Argentinas, Arenales, Pucará, Olga y Leticia Cossettini, además de los entornos de la Mediateca La Cumbia en Santa Rosa de Lima y del edificio NIDO de barrio Coronel Dorrego. El Parque del Sur en obras y la Plaza Pueyrredón, que ya se inauguró, también fueron elegidos para su remodelación.
Un lugar de todos
El intendente José Corral se mostró satisfecho por el cambio que tuvo este espacio y en primer lugar agradeció “a cada uno de los vecinos e instituciones del barrio por la participación activa que tuvieron en el proceso”. “La plaza es el lugar de todos y por lo tanto hay que cuidarlo más que a la casa propia. Lo más importante es que es un lugar de encuentro y de esparcimiento del barrio”, manifestó el mandatario.
El intendente recordó que “antes de comenzar los trabajos en cada lugar, conversamos con los vecinos para saber qué es lo que más se necesita, qué incorporación quieren hacer”, y al mismo tiempo contó: “Por supuesto que hay un compromiso diferente: cuando ellos son parte del proyecto, también se comprometen con el mantenimiento y el buen estado de la plaza, como por ejemplo regando los árboles”.
José Corral hizo mención particular del mejoramiento de los solados, “que estaban muy rotos y eso impedía caminar la plaza con comodidad. Ahora están renovados, son muy accesibles. Hemos ganado muchos metros en las esquinas, para que el peatón transite más cómodo. Recién me contaba una madre, que ahora es mucho más fácil circular con su hijo Estanislao, en el cochecito”.
Más adelante manifestó: “Trabajando en equipo con los vecinos, dejamos la plaza San Martín renovada y moderna, que permite que pasen muchas cosas y que aporta al orgullo de ser la capital de la provincia, porque este lugar es histórico. Hoy recibimos a todos quienes nos visitan con ese sereno orgullo de tener una historia, de tener un patrimonio y de estar usándolo, aprovechándolo y renovándolo”.
Intervención integral
La inversión fue de casi 11 millones de pesos y Prosaco Construcciones fue la empresa responsable de llevar a cabo los trabajos. Lo más notorio es la ampliación de este espacio. Se renovaron en forma total las veredas perimetrales. Se reemplazó integralmente la totalidad de los solados existentes, orientados a la accesibilidad y a la priorización del uso peatonal, con la inclusión de losetas hápticas podotáctiles.
Sobre los pisos existentes que se retiraron, se tuvo especial cuidado en la remoción de las piezas que presentan improntas de fósiles que existieron en la Era Mesozoica. Estas lajas (provenientes de rocas traídas de zona cordillerana) se retiraron y se preservaron en un lugar adecuado y bajo las condiciones pertinentes para la conservación de estos testimonios, bajo la supervisión de especialistas del Museo de ciencias Naturales Florentino Ameghino. En tanto, se seleccionaron algunas piezas para que se exhiban en el sector central de la plaza.
El mejoramiento de las veredas que forman los senderos interiores fue otra de las obras para destacar. Se reemplazó el piso en torno al monumento del General José de San Martín, reduciendo la superficie de solado y asegurando la accesibilidad a la estatua. La señalización horizontal y vertical es notable y también fue renovada en forma completa, incluyendo cartelería y pintura sobre la calzada.
Más detalles
Más y mejor iluminación fue uno de los pedidos de los vecinos y también de usuarios de esta plaza. Se incorporaron columnas de alumbrado de alta prestación con tecnología led, junto a la recuperación y puesta en valor de las columnas de fundición existentes. En cuanto al Monumento central que le rinde homenaje al General José de San Martín, se restauró en forma integral la escultura realizada por José García; y el pedestal original (obra de Torcuato Tasso tallada sobre piedras traídas de la cordillera). Se aprovechó para colocar una nueva luminaria que destaca el conjunto.
En cuanto al mobiliario se recuperaron los bancos existentes de granito reconstituido pero también se incorporaron nuevos, pero de madera. Además se instalaron cestos de acero inoxidable diferenciales. Asimismo se sumaron bicicleteros y moteras; y se hicieron vados peatonales con la incorporación de rampas para cruces accesibles. En relación al área de juegos, se reubicó este sector con nuevos juegos y se incorporó el piso de goma (antigolpes).
En referencia a lo ambiental, se hizo hincapié en la puesta en valor de la arboleda y parquización. En este sentido, se llevaron a cabo podas correctivas sobre ejemplares existentes e incorporaron unos 30 ejemplares de un total de 120 previstos para esta plaza y que irán colocándose según la época del año.
Un poco de historia
Según reflejan las páginas de los libros esta plaza tuvo diferentes nombres, según las distintas etapas de la historia de Santa Fe. En 1844 tomó forma la plaza y se la conoció como “Estero de Patingo”, debido a que frente a ésta se encontraba un estero y Patingo era el sobrenombre que le habían puesto al dueño de los terrenos. Casi una década más tarde y por decreto, se la bautiza como Plaza de la Libertad; hasta que otro decreto, en 1859 la llamó Brigadier Estanislao López; tres años después, fue conocida como “25 de Mayo”, y otros tres años más tarde, “9 de Julio”.
Y así se llamó hasta que en 1871 se la denominó Plaza San Martín. Entre 1890 y 1900 se realizan trabajos de reparación en todo el espacio verde y sus veredas, colocándose en el centro un busto de San Martín, el 9 de julio de 1901. Pero un año después fue reemplazado por el que se conoce actualmente. Según cuentan los historiadores, para la inauguración de este monumento, llegó a la ciudad el 30 de octubre de 1902, el Presidente de la Nación Julio Roca.
El escultor de la obra fue José García, mientras que Torcuato Tasso talló el pedestal con piedras traídas de la Cordillera de los Andes. Allí se encuentran el busto de la República, una placa del Ejército, un cañón, el laurel y el olivo, y Minerva. En 1949 se plantó un retoño del pino de San Lorenzo.
Durante la intendencia de Lofeudo (1963-1966) se realizaron remodelaciones que trajeron aparejada la quita de las tipas y jacarandás, y su reemplazo por olmos, cipreses, tilos, pinos y ceibos. Desde entonces nunca más fue intervenida hasta hoy, que se aggiornó a los tiempos que corren.