Luis Escobedo contó por LT9 en la previa del partido de Colón y San Juan su experiencia en la guerra de Malvinas y el episodio que tuvo que vivir cuando fue apresado por reconocer a los caídos en el cementerio de Darwin.

"Estoy tranquilo y pude rendir homenaje a esa cruces que hoy tienen nombre. Estuve dos días detenidos, fue algo absurdo creo que el resentimiento de los isleños todavía sigue vigente, habría que buscar una mediación. Los británicos que nos arrestaron a nosotros dijeron que iban a hablar con los kelpers para que bajen los decibeles con respecto a los honores que nosotros les rendimos a los caídos en Darwin".

Además sostuvo que "es habitual que despleguemos una bandera como lo hacen ellos en todas las partes del mundo donde tienen caídos, cantan su himno y rinden ese minuto de silencio, más que eso no fue. El cementerio está alejado de todo, a 60 kilómetros de la ciudad, a 15 kilómetros del aeropuerto".

"Justo había un periodista austríaco que había llegado con un chofer isleño en una camioneta y estuvieron a 50 metros y ese isleño fue el que hizo la denuncia pero ayudado por el austríaco que nos sacó fotos con nuestra bandera. Ese cementerio es más argentino que toda la isla, porque tiene el cuerpo de los verdaderos héroes de Malvinas, después pueden pelear la soberanía por vía diplomático o lo que sea", recalcó Escobedo por la Líder al recordar el episodio que le tocó pasar.

También contó como fueron los momentos previos a la guerra cuando tuvo que incorporarse al batallón que viajó a la isla. "Yo había hecho el servicio militar pero estaba entrenando y jugando con el equipo de primera y tuve que llamar de golpe y porrazos, cuando llegamos era todo monótono, pero quién iba a imaginar que iban a venir los ingleses, nosotros creíamos que diplomáticamente se iba a arreglar todo. Pero llegó ese primero de mayo y fue terrible el miedo que tuvimos al escuchar las detonaciones de las bombas, la verdad es que fue terrible lo que todos sentimos".

"Por la cabeza de uno pasaba por la confianza en tus compañeros como en el fútbol, ahi estábamos solos, yo no me pude despedir de la familia, pero tomar conciencia la tomamos cuando nos enteramos que hundieron el Belgrano, donde murieron muchos chicos, ahi los niños pasaron a pensar que esto se venía en serio y los niños con los bombazos se transformaron en hombres en cuestión de días", relató crudamente Escobedo sobre esos días que tuvo que vivir en la guerra.