El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Juan Guaidó lidera desde enero de 2019 a la oposición en su intento por derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Para el primero de mayo en el mundo se habló de un “levantamiento cívico-militar” en el marco de lo que Guaidó denominó “Operación Libertad” aunque la movilización opositora no tuvo la convocatoria esperada por sus organizadores. En paralelo se realizó un gran acto callejero de apoyo al gobierno.
Para analizar la situación el portal de noticias de América Latina y el Caribe que dirige el periodista y analista internacional Pedro Brieger, NODAL, entrevistó a Jorge Arreaza, canciller de Venezuela:
La oposición liderada por el presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó en las últimas semanas había proclamado que el 1 de mayo sería el día de la “Operación Libertad” ¿qué buscó y busca la oposición?
La oposición venezolana desde el 23 de enero ha entrado en una fase de un nuevo capítulo de un golpe de Estado continuado desde hace varios años con el objetivo siempre de derrocar al gobierno constitucional de la Revolución Bolivariana para volver a tener control sobre las riquezas nacionales y las riquezas petroleras para ponerlas al servicio de sus amos en los Estados Unidos. Ellos han venido colocando fechas como hitos y es un tropiezo tras otro, un fracaso tras otro, una frustración tras otra ya con el desgaste de 3 casi 4 meses de haberse autoproclamado un señor, de haber tenido reconocimiento de potencias internacionales pero ningún reconocimiento por parte del pueblo venezolano, ellos llamaron a la supuesta Operación Libertad sin decir exactamente que era. Todo lo que ellos hacen tiene por detrás siempre un plan violento involucrado, sobretodo este partido Voluntad Popular, y al final de lo que se trató fue de eso: un intento de golpe de Estado, haber utilizado un pequeñísimo grupo de militares. No llegó ni a los 30 y la inmensa mayoría de ellos fueron llevados engañados hasta un pequeño puente de una autopista al lado de una base militar para simular que estaban dentro de la base militar a hacer el llamado a un golpe de Estado, un llamado a que los militares traicionen la constitución y se pongan del lado de este señor Guaidó, una ficha del gobierno de Estados Unidos. Al final lo que vimos fue lo único que podía pasar. Hubo un control de la situación por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y un control de la situación por parte del gobierno. Ni siquiera la militancia de la oposición salió masivamente a apoyarlos; solo unos pequeños grupos, y el prófugo Leopoldo López que lograron liberar ese día terminó buscando refugio en una embajada. El señor diputado Guaidó ha fracasado totalmente en su intento. De eso se trató esta farsa de la Operación Libertad.
Varios funcionarios de los Estados Unidos insisten en que “todas las opciones están sobre la mesa” y el propio presidente Trump dijo “Muchas cosas van a suceder durante la próxima semana… O acaso antes” ¿Por qué Estados Unidos está tan preocupado por la situación en Venezuela? ¿Es un tema ecónomico? ¿Es el petróleo? ¿Es un tema político?
La obsesión del gobierno de Washington contra la Revolución Bolivariana tratando de derrocar al gobierno no es desde ahora sino desde el año 2001. Es fundamentalmente por retomar el control del gran ingreso producto de la renta petrolera en Venezuela. Recordemos que antes de 1999, incluso durante los primeros años de la revolución, el comandante Chávez no tuvo control al principio de la industria petrolera venezolana.
Hasta el 2003 cuando hubo sabotajes y enfrentamientos Estados Unidos tuvo el acceso directo a la gran ganancia de la renta venezolana incluso con precios preferenciales. Desde ese momento comienza la gran pugna entre la burguesía venezolana y los Estados Unidos versus el gobierno revolucionario y el pueblo venezolano sobre la renta petrolera. ¿Quién la domina? ¿Es para que se quede en los bolsillos de unos cuantos empresarios banqueros o es para invertirlo en salud, educación, alimentación y vivienda? Esto es lo que ha venido haciendo la revolución bolivariana. Ellos están obsesionados, han entrado en una fase final donde no solo están detrás de las conspiraciones si no que están liderándolas. Los señores Trump, Pence, Bolton, Pompeo, Abrams, Marco Rubio, todos están liderando este golpe de Estado. Están tratando de marcar las pautas, de planificar las acciones de manera que geoestratégica y geopolítica con la intención de retomar el control en Venezuela por la riqueza petrolera aunándose al hecho de que hayamos nosotros desarrollado en los últimos años un modelo propio de nuestra democracia socialista que no se corresponde en lo absoluto con el modelo de democracia liberal burguesa que ha querido imponer Estados Unidos en el mundo.
La situación en Venezuela se debate en Naciones Unidas y numerosos países se expresan abiertamente a favor de la oposición o del gobierno del presidente Nicolás Maduro. ¿Cómo incide lo diplomático en la situación interna? ¿Podría ayudar algún organismo internacional a destrabar la crisis? ¿Existe posibilidades de diálogo?
Efectivamente el diplomático es uno de los frentes de la guerra contra Venezuela como también hay uno económico claramente establecido. De la misma manera, hay un frente comunicacional y por supuesto de la guerra ya directa, órganos de inteligencia actuando, amenaza de uso de la fuerza y financiamiento de acciones armadas en Venezuela hace varios años. En el diplomático, que es muy importante, en Naciones Unidas, Estados Unidos ha ejercido una presión brutal sobre todos los países para que reconozcan a partir de esa presión y a veces extorsión a un gobierno totalmente falso e ilegítimo como el que pretende autoproclamar aquí la oposición venezolana. Nosotros lo que hemos hecho es actuar con los gobiernos que defienden la carta de las Naciones Unidas según el derecho internacional. Ni siquiera es una defensa del gobierno venezolano o de la constitución, aunque termina siéndolo de manera indirecta. Es fundamentalmente una defensa de los principios y propósitos de la carta de las Naciones Unidas. Respecto al tema del diálogo, es la única opción. Cuando los señores de Estados Unidos dicen “todas las opciones están sobre la mesa” es falso ya que no está el dialogo, no está el respeto al derecho internacional, a la carta de las Naciones Unidas, a la constitución venezolana y no está el diálogo con los Estados Unidos. Lo que está ahí son sus opciones de fuerza, “o te vas o te saco”, esas son sus únicas dos opciones. Para nosotros la única opción en democracia es el diálogo político, social y económico, el diálogo con la oposición. Nosotros estamos sentados en la mesa de diálogo, habría que preguntarle a la oposición si ellos quieren dialogar o si Estados Unidos le da la autorización para dialogar. Lamentablemente la nuestra es una oposición no nacional que responde a los intereses de Washington y depende de su autorización. Ojalá la oposición logre su independencia de los dictámenes de los Estados Unidos 200 años después de que Venezuela y la inmensa mayoría de las repúblicas de nuestra América nos independizamos.
Por Pedro Brieger, director de NODAL