“Tenemos una expectativa muy positiva, porque la gente piensa que Bolsonaro necesita entender que no es simplemente ignorar el clamor de las calles. Él va a probar el sabor de la presión popular”, dijo la presidenta de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), Marianna Dias, citada por el portal Rede Brasil Atual (RBA).

“Bolsonaro puede pensar que esto no lo presiona, pero tendremos estas manifestaciones y otras cosas que están por venir”, agregó y convocó a marchar portando libros, en contraposición con la política del presidente de liberalizar el comercio y porte de armas.

“Que las personas puedan empuñar libros, teniendo a la vista que estamos en un proceso de ataque a la educación, y también hay ese debate sobre las armas. Queremos libros, como símbolo de un país mejor”, dijo.

En las dos mayores ciudades brasileñas se realizarán manifestaciones masivas: en Sao Paulo, las organizaciones estudiantiles se concentrarán frente el Museo de Arte de Sao Paulo, mientras que en Río de Janeiro, marcharán por el centro de la capital, de la Candelaria hasta la Estación Central.

En todo el país, más de 70 universidades confirmaron su adhesión a la huelga y la realización de actos en las capitales de todos los estados para rechazar el recorte de 30% a la educación superior anunciado recientemente por el ministro de Educación Abraham Weintraub.

Para el presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Heleno Araújo, el recorte educativo “puso leña a la hoguera”, y aseguró: “sólo juntos vamos a fortalecer esta lucha por el derecho social y humano a una educación pública y de calidad, de preescolar a posgrado”.

Las movilizaciones de hoy serán una antesala de la gran huelga general convocada por todos los sindicatos del país para el próximo 14 de junio en rechazo a la reforma de la seguridad social de Bolsonaro y otras de sus medidas económicas.(La Red 21/Nodal.am)