El árbitro de fútbol Martín Bustos se arrepintió y no firmó un juicio abreviado en el marco de una causa que lo tiene detenido por el delito de grooming.
El acusado no consintió ante la jueza Silvia Castelli el acuerdo al que habían llegado la fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, Carla Cerliani, y su abogado, con visto bueno de padres de víctimas.
La audiencia de este miércoles se frustró y habrá una nueva en septiembre, ante el inminente vencimiento el mes próximo de la prisión preventiva por 90 días dictada por el juez Ismael Manfrín en junio pasado.
Ante la negativa de firmar el abreviado este miércoles, el abogado explicó al programa Telenoche Rosario que se “presentará nueva evidencia que lo desincrimina" a Bustos de la causa.
Bustos fue detenido en Rosario por grooming en perjuicio de jugadores de juveniles de Newell's. Eso le valió perder también la libertad en la causa por abusos en Independiente.
De acuerdo a la información volcada en la audiencia imputativa de junio pasado, el árbitro se comunicó con un chico de 14 años a través de Whatsapp y fingió llamarse Martín Lucero. Se hizo pasar por masajista deportivo y ofreció una sesión de masajes por 200 pesos. Luego le pidió que se encontraran fuera de la pensión del club. Para concretar el encuentro le sugirió al menor que mintiera diciendo que se iba a un cumpleaños.
Además, Bustos le pidió a ese chico que le pasara los teléfonos de sus compañeros de la pensión de Newell’s.
Lo que desconocía el árbitro era que al lugar de la cita iban a llegar agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) y de Fiscalía para proceder a su detención. El operativo se realizó en Santa Fe al 3200, en inmediaciones de la terminal de ómnibus Mariano Moreno el 7 junio pasado.
Fuente: Rosario3