La pericia médica practicada al jefe de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal pone en crisis el testimonio del funcionario sobre la circunstancia en la que fue baleado en la autopista hace nueve días.
El comisario Mariano Valdés sostiene que lo hirieron en un enfrentamiento con individuos que bajaron de una camioneta cuando él estaba estacionado en su auto junto a una suboficial a la que trasladaba. Pero la zona de la ingle donde recibió uno de los dos tiros tiene una aureola de ahumamiento que sólo queda cuando el balazo se efectúa a mínima distancia del cuerpo. Una situación que en el relato del oficial no puede explicarse y que junto a otros episodios del caso impulsaron a los fiscales a apartar a las fuerzas federales de la investigación del oscuro episodio y a requerir la presencia en Rosario de la mujer por la fuerza pública.
En su declaración testimonial del lunes en el Centro de Justicia Penal, el comisario Valdés aseguró no haberse bajado nunca del Ford Focus en el que se desplazaba junto a la suboficial Roxana González. Si el balazo que el funcionario recibió en la ingle se efectuó desde tan cerca, al punto de dejar una aureola por la pólvora deflagrada, la idea de un tiroteo con las personas que llegaban para cometer un robo parece deshilacharse. "Se debería pensar que el asaltante metió la mano por la ventanilla adentro del auto y disparó cuando allí había dos policías armados", sugirió por el lado del absurdo una fuente de la investigación en el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
En definitiva lo que señala la pericia forense es que las heridas las produce una persona que está al lado de Valdés. Al lado de Valdés solamente estaba la suboficial Roxana González, que no se presentó a declarar porque un certificado psiquíatrico emitido por un médico del Hospital Churruca de la Policía Federal le aconseja no hacerlo.
Ante ello, los fiscales del MPA ordenaron anoche traer a la suboficial por la fuerza pública. Para eso enviaron una comisión de la Policía de Investigaciones (PDI) para que la traslade a Rosario donde será examinada por una junta psiquiátrica forense a fin de ser luego entrevistada por los investigadores.
Expediente en disputa
Otro elemento muy significativo del caso que señalan fuentes del MPA es la existencia de "un infundado interés" de la Justicia Federal de llevarse la causa del incidente cuando "no existe ningún elemento que justifique la intervención" de esa esfera. La Policía Federal solicitó a su par santafesina mediante oficio información del caso con el argumento, según altas fuentes del MPA, de que existe una causa abierta por un juez federal. El pedido lo hace el fiscal federal Nº 1 de Rosario, Guillermo Lega, al comisario José Kupczcwski en un documento fechado el pasado jueves y que lleva el número 1641.
El fiscal alude en la nota a una causa abierta por la secretaría A del Juzgado Federal Nº 3 de Rosario. Esto motivó un fuerte clima de sospecha entre los fiscales provinciales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos del MPA, que controla la pesquisa y donde el lunes declaró el comisario, ratificando que le dispararon los ocupantes de una camioneta de cuya existencia hasta ahora no hay constancia.
Fuerzas federales apartadas
En el MPA dispusieron apartar a la Gendarmería Nacional como auxiliar de la investigación. No es porque su trabajo pericial merezca objeciones sino porque responden a la misma jefatura política que la Policía Federal. Todas las medidas pendientes fueron asignadas a la PDI y al Organismo de Investigaciones de la provincia.
Si existe una intervención de la Justicia Federal, entienden en el MPA, es que sobre el mismo hecho hay una investigación paralela. Y eso, aseguran, viola normas procesales. "Presumimos que si esto está en marcha pueden estar en curso intervenciones telefónicas ilegales", dijeron. Desde hoy se pedirán informes al Juzgado Federal de turno.
Sin ambigüedades, los fiscales presumen que quieren arrancarles la causa en un caso donde ya estiman que la del enfrentamiento puede ser una escena fabricada. "El resultado de la pericia médica indica con claridad que el tiro que hiere en la zona inguinal a Valdés no vino de afuera sino del lugar donde estaba sentada la suboficial. Desde el exterior alguien tuvo que haber metido todo el antebrazo hasta el codo adentro del habitáculo donde estaban dos policías que afirman haber disparado. Sólo así pudo quedar la aureola sobre la herida del comisario", sostuvo una fuente.
Declaración en baja
De esta manera el testimonio del comisario Valdés sobre el ataque externo pierde sustento. Ayer desde el MPA volvieron a hablar de tres hipótesis: atentado por el cargo que Valdés ocupa en la Policía Federal, intento de robo aprovechando que pararon en la autopista o un conflicto entre los dos policías que iban en el Ford Focus.
Esta última línea ganó preferencia en el MPA. Ayer se enfocaban en toda la secuencia. Un jefe nuevo en la Delegación Santa Fe de la Federal pasó a buscar por su casa de San Antonio de Padua, al oeste del conurbano bonaerense, a una suboficial con ocho meses en la fuerza. Se trata de una atractiva mujer de 27 años, refieren, que hasta el año pasado trabajó como promotora de eventos. El comisario, para buscarla, se desvió 35 kilómetros hasta la casa de la joven para luego conducir en dirección a Rosario. En la Fiscalía estiman como probable que algo conflictivo haya ocurrido entre ellos, lo que motivó que los disparos los haya producido la mujer.
Las pericias del MPA indican que cerca del puente de Villa Constitución se levantaron vainas que aparentemente son de una pistola Bersa calibre 9 milímetros, todas de la misma arma. Las otras dos armas secuestradas son las de Valdés y González, una CZ y una Taurus respectivamente, lo que implica tres armas en el lugar del incidente. Una pericia adicional de Gendarmería en el lugar indica que junto a las huellas del Focus están las de otro vehículo que se presume como involucrado en el caso. Estos dos informes validaban ayer el relato del hecho de Valdés. La pericia médica de sus heridas marcaron algo muy distinto.
Fuente: La Capital