Este lunes al mediodía comenzó una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo entre los propietarios del Sanatorio Sagrada Familia y los representantes de los trabajadores por el cierre imprevisto de la entidad que dejó a 50 empleados en la calle el viernes pasado.
Vale recordar que ese mismo viernes a la siesta se había intentado un acercamiento, pero no se pudo lograr porque el dueño de la clínica se presentó unos segundos y se retiró. A raíz de esto, desde el fin de semana una quincena de empleados permanecen en el interior del edificio cumpliendo con guardias y a la espera de los telegramas que les informen sobre su situación.
"Frente a situaciones en la cual está involucrada la totalidad del personal existe en la legislación vigente un deber de notificación. El empleador, sea por el motivo que sea, tiene que notificar a la aturidad pública, al sindicato, y se tiene que abrir una instancia de diálogo", sostuvo al respecto el secretario de Trabajo de Santa Fe, Juan Manuel Pusineri por LT9.
Y agregó: "Además si va a disponer de despidos, en lo individual, la ley de contrato de trabajo establece un preaviso para los trabajadores de manera tal que puedan hacer previsiones respecto de cómo seguir su vida laboral. Nada de esto sucedió y de allí es que la intervención del ministerio esté abocada en lograr que el titular del establecimiento (Esteban De Giovanni) pueda brindar las explicaciones del caso y abrir una instancia de diálogo".