Amalia Granata incursionó hace dos meses en el planeta de la política electoral. La popularidad ganada en el mundo del espectáculo y los programas de chimentos se reveló eficaz al hacerla triunfar en la interna de una coalición denominada Popular en agosto pasado. Ayer encabezó la boleta que quedó en el séptimo peldaño con el respaldo de 61 mil votos.
Ayer no instaló campamento para dar entrevistas o seguir los cómputos. Tampoco se conocieron declaraciones públicas suyas más allá de un video que puso a circular desde su cuenta de Instagram. El sitio la mostraba en un boomerang, una aplicación con movimiento de imágenes característico usado en esa plataforma, en divertido abrazo con su pareja.
A mediados de 2016 Amalia hizo su presentación en política en el espacio que conduce nacionalmente Sergio Massa. "Con todo lo que pasé en la farándula tengo el cuero curtido para meterme en política", dijo entonces. Su estilo frontal y desenfadado parece haber sido una apelación eficaz para una porción del electorado que a ella le alcanzó para superar a políticos probados en la experiencia social o legislativa como Carlos del Frade, quien ayer, con buena onda, la saludó como "casi diputada".
Fuente: La Capital