Uno de los referentes de la música tropical santafesina estuvo en Un Cacho de Noche con motivo del cumpleaños 31 del grupo Cali. Su líder, Darío Zanco habló con Jorge Fulco, Javier Dellamónica y Nacho Donetti y contó sobre su trayectoria y el presente en la música tropical.

"Yo empecé muy chico a los 12 años, a los 6 empecé a estudiar música y a los 12 ya tenía mi propio grupo que se llamaba Siboney,  y grabamos el primer LP en esa época. Cuando uno arranca ni se imagina todo lo que te depara la vida y el destino, esta hermosa profesión que es la música y te llenna de alegría. Las cosas se fueron dando y nunca me imaginé que en este momento estaría festejando los 31 años de mi banda, yo tengo 53 años y hace 41 años que estoy en este oficio. Soy feliz y la música me sorprende y me gratifica día a día y me da cosas maravillosas que puedo disfrutar con amigos y mi familia", comenzó diciendo.

"Uno empieza como un hobby y de pronto te convertis en un profesional y empresario, y es una secuencia de cosas que te depara la vida y hoy solo tengo palabras de agradecimiento a toda la gente que hizo posible esto, la gente que me ayudó a instalar mi banda y a todo el público que me bancó y me da la posibilidad de mantener este sueño firme", siguió diciendo. 

En el repaso de su carrera y de la popularidad de Cali a nivel nacional, Jorge Fulco mencionó que la banda santafesina se manifiestan con banderas en los estadios de fútbol y hacen propio al grupo. "Es algo maravilloso y es muy lindo que haya trapos de Cali en los estadios de distintos lugares del país. Te mandan los tatuajes y las banderas pintadas con el logo del grupo y la verdad es que es una gratificación impensada que me dio la vida, uno nunca termina de agradecer tanto amor". 

"De chico rezábamos con mi mamá, y después cantábamos una canción. Yo empecé trabajando de verdulero en la feria franca antes de ser músico, después fui bicicletero y después ya pude vivir de la música y la verdad es que yo no cambiaría nada, seguiría siempre por la profesión que me marcó la vida, y es una bendición también componer canciones y que la gente las cante; es algo único, no cambiaría nada, soy feliz con lo que Dios me dio y volvería a hacer cumbia toda la vida". 

Por último y ante la pandemia y la falta de contacto con el público, Darío contó que "siento una gran tristeza porque pienso en mis colegas, los integrantes de mi banda, nosotros dependíamos del trabajo semanal y de pronto se te bajan las persianas y hay familias que viven de eso, y no tener un horizonte de cuando se podrá volver, y hay una falta de reconocimiento de las autoridades. Yo veo que se juntan personas de distintos rubros y los escuchan, pero nuestros hijos y nietos necesitan de nuestro trabajo pero parece que no somos escuchados y nos acostumbramos a convivir en esta malaria. Nos desprendimos de instrumentos, de vehículos y herramientas de trabajo, esperando que esto pase". 

"El nombre de nuestro próximo disco e llamará Resiliente", como mencionó Nacho Donetti, reveló Darío en el tramo final de la entrevista. "Uno se basa siempre en las raíces, después uno va creciendo y lleva influencias de otros géneros, pero nuestra raíz es la cumbia 100 por ciento santafesina, sin cosas raras y tratamos de mantener siempre la bandera de Santa Fe bien alto", aseguró. 

Los comienzos en los años 80

Comenzar a contar la historia de Grupo Cali significa remontarse al año 1989 donde un grupo de músicos se animó a iniciar una movida diferente, instalándose en la escena tropical con un aire caribeño. Así, con el nombre de Tropical Santa Fe se inicia un largo recorrido plasmando en cada placa el estilo que iría imponiendo el hoy reconocido Grupo Cali.

Con fuerza y estilo innovador, Cali comenzó a escucharse a lo largo y ancho del país llegando a diferentes públicos: en discotecas, bailes populares, fiestas privadas, eventos empresariales, programas de TV y hasta en el cine argentino.

Los recordados temas “El campeón de la vida” y “Chicas malas” llevaron al grupo a la popularidad. Por su historia han pasado diferentes músicos y cada uno dejó su huella en el camino recorrido en común, siempre de la mano de Darío Zanco, director y fundador.