Así lo ha dicho el presidente del Instituto de Estadísticas Italiano (ISTAT), Gian Carlo Blangiardo, quien asegura que pese a que todavía no ha terminado el año es de esperar que se superen los 700.000 fallecidos, una cifra preocupante porque no se alcanzaba desde 1944.
"Estamos en una situación de guerra, la gente no se da cuenta pero la última vez que tuvimos tantos muertos caían bombas en nuestras ciudades", dijo anoche en una entrevista televisiva Walter Ricciardi, asesor del Ministerio de Sanidad italiano. En el 2019 hubo 647.000 fallecidos en Italia.
El Gobierno prepara más restricciones entre el 24 de diciembre y el 6 de enero. El Gobierno italiano está debatiendo estos días si seguir las recomendaciones del comité técnico-científico que les asesora y tomar medidas más drásticas en Navidad para evitar una tercera ola en enero y febrero que sería devastadora.
Sólo ayer el país registró 846 muertos, un fuerte repunte ante los 491 que hubo el lunes. Según los medios italianos, el Ejecutivo de Giuseppe Conte se inclinará por la línea dura y es muy probable que decrete que toda Italia entre en la llamada zona roja entre el 24 de diciembre y el 6 de enero, es decir, que se prohibirían los desplazamientos injustificados y se cerrarán bares, restaurantes y negocios no esenciales.
"¿Haremos cenas de Navidad? Mi respuesta es no, lo haremos el año que viene. Tenemos el deber de salvar vidas", ha asegurado el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia, uno de los que piden a Conte que asuma restricciones extremas al estilo de las que ha tomado Alemania.
Hasta el gobernador del Véneto, Luca Zaia uno de los hombres fuertes de la Liga -partido en la oposición- ha reclamado al Gobierno que imponga medidas drásticas porque los hospitales están al límite.
En una entrevista de ayer en La Stampa, el primer ministro asumió que se necesitan más restricciones pero descartó un confinamiento total como el alemán. "Lo estamos reflexionando en estas horas -explicó-. Debemos evitar una tercera ola a toda costa, porque también sería devastadora en términos de pérdida de vidas humanas" (REUTERS)