El fiscal Martín Torres brindó detalles sobre la intervención policial que terminó con dos delincuentes muerto tras un asalto en la ciudad de Santo Tomé.
El ilícito sucedió el viernes pasado en la distribuidora Don Ángel, ubicada entre las calles San Martín y Belgrano, cuando irrumpieron tres delincuentes armados y tomaron de rehenes a los presentes, incluso con precintos.
"Estas personas advirtieron la presencia policial por las cámaras y cuando quisieron retirarse comenzaron un forcejeo con un policía que estaba en la puerta del local. Automáticamente, se sumaron otros efectivos. Dos se retiraron del lugar efectuando disparos, que fueron repelidos por los cuatro agentes presentes", señaló el funcionario del MPA.
Además, Torres señaló que según testigos en todo momento los policías respondieron a la agresión de los delincuentes, y que incluso algunos proyectiles terminaron impactando contra miembros de las fuerzas.
"Por eso se dio el desenlace que todos conocemos: un fallecido en el lugar, y otro trasladado al Hospital Cullen, donde finalmente murió. Eso motivó a una investigación, se abocó Asuntos Internos, hemos recibido varios testimonios, hicimos múltiples medidas periciales y todo da cuenta de que el personal policial actuó dentro del legítimo ejercicio de un deber, función o cargo. La investigación sigue en curso porque es una obligación legal, pero hasta ahora la evidencia indica que estas personas estaban perpetrando un delito, atacaron al personal policial y este repelió el ataque mediante el uso de armas reglamentarias", subrayó Torres.
El fiscal confirmó además que uno de los tres delincuentes estaba vestido con ropas oscuras, entre azul oscuro y negro, y una gorra y un barbijo con insignias policiales. El segundo fallecido tenía ropa oscura que podría interpretarse como un uniforme, y el que logró huir tenía un jean y remera. También contaban con el apoyo de un handy.
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