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El nene mordido por una víbora venenosa en la Costanera "evoluciona de a poquito"

El papá del pequeño de siete años que recibió la mordedura de una yarará cuando jugaba en la Costa, frente al Parque de la Locomotora, dijo que desde el Hospital de Niños le avisaron que la recuperación va a ser lenta.

— División Noticias LT9

MARTES 26 DE ABRIL DE 2022

El niño de 7 años que el pasado domingo fue mordido por una víbora venenosa en la Costanera de Santa Fe sigue internado en el Hospital Alassia evolucionando lentamente. 

Así lo informó el padre del pequeño que recibió la mordedura de una yarará cuando estaba jugando a metros del Gimnasio Municipal, frente al Parque de la Locomotora. 

"De ánimo está perfecto, todavía tiene hinchado el brazo. El miércoles le van a controlar el corte que le hicieron, se le practica otra cirugía y se le limpiará la zona. Dentro de todo está bien, va evolucionando de a poquito. Nos dijeron que la recuperación va a ser lenta", explicó Ivan, padre del nene, a LT9. 

Sobre serpientes venenosas en Argentina

  • Las serpientes venenosas en Argentina causan cerca de 1.000 accidentes por año, según los registros elevados al sistema de salud. 
  • Son responsables, según los datos de los últimos años, de 2 a 4 muertes anuales. 
  • Las responsables de cerca del 98% de los accidentes son especies que conocemos genéricamente como “yarará”, variando mucho cómo se llaman las diferentes especies en las diferentes regiones. Aún una misma especie de estas serpientes puede ser llamada de diferente forma en las distintas regiones. Hay 10 especies distintas de “yarará” en la Argentina. Todas ellas pertenecen al género Bothrops. Su veneno destruye los tejidos y altera la coagulación sanguínea. Produce lesiones locales muy importantes. 
  • Las “yarará” y “cascabel” son víboras. Pertenecen a una familia de serpientes llamada Viperidae, en la que se encuentran las que llamamos víboras. Las corales, si bien son serpientes venenosas, no son víboras, pertenecen a una familia llamada Elapidae, relacionada con las cobras, mambas, serpientes marinas, australianas, etc.

Tratamientos 

  • El tratamiento específico en todos los casos es la aplicación de los antivenenos específicos para el grupo de serpientes que produjo el cuadro de envenenamiento. 
  • Los antivenenos son lo que se conoce comúnmente como “sueros antiofídicos”. Esto es debido a que se preparan en caballos, inmunizando a estos animales con veneno y utilizándose el plasma de estos para obtener la fracción que posee los anticuerpos dirigidos contra el veneno, que son los que constituyen el antiveneno. 
  • Los antivenenos son específicos. Ante una mordedura de cualquiera de las “yarará” se debe aplicar un antiveneno Botrópico (para neutralizar el veneno de especies de Bothrops), para la de una “cascabel” un Anticrotálico (para neutralizar el veneno de Crotalus durissus terrificus) y para la mordedura de una “coral” se debe aplicar el suero Anti-Micrurus. 
  • Deben ser aplicados por un médico o personal de salud entrenado, preferentemente en un centro de salud. Esto es debido a que por tratarse de un producto de origen equino y por ser aplicado en forma endovenosa, pueden producirse reacciones adversas, que en algunos casos requieren atención médica inmediata y la utilización de drogas y metodologías que deben ser manejados solo por personal entrenado y que de otra forma podrían poner en peligro la vida del paciente.
  • No todas las mordeduras por serpientes venenosas causan envenenamiento. Algunas de ellas son “mordeduras secas” o “de advertencia”, en las cuales el ofidio muerde pero no inyecta veneno. Por ese motivo antes de aplicar el antiveneno un profesional de la salud debe hacer el diagnóstico preciso de envenenamiento.


Prevención

  • Las mordeduras se producen al pisarlas, o tomarlas con la mano, o al acercarse mucho a ellas (ellas advierten con posiciones defensivas que no desean que nos acerquemos o manipulemos. 
  • En el caso de las “yararáes” y la cascabel, agitan la cola con un movimiento vibratorio, que en el caso de esta última es muy penetrante (“víbora de cascabel”) pudiendo escucharse a varios metros, lo que ayuda a prevenir accidentes.
  • Al circular por zonas donde hay serpientes venenosas, se debe deambular con precaución y de ser posible con perros locales (“animales centinelas”) que pueden advertir sobre la presencia de ofidios. 
  • Debe utilizarse protección, como botas, polainas, canilleras o protectores. Esto es muy importante, dado que el 75% o más de las serpientes venenosas en el mundo muerden desde el pié hasta la altura de la rodilla. 
  • En los domicilios en zonas con ofidios debe mantenerse el pasto corto alrededor, y eliminar los residuos del peridomicilio. Las víboras se alimentan de roedores, y si éstos se encuentran en los peridomicilios, pueden atraer a los ofidios. 
  • No se debe meter las manos en agujeros o cuevas, o levantar piedras o troncos directamente con las manos, sin tomar medidas preventivas con anterioridad, dado que pueden encontrarse serpientes refugiadas en estos lugares. 
  • Cuando se vaya a transitar por zonas aisladas, debe averiguarse previamente a dónde se puede acudir para recibir el tratamiento con antiveneno correspondiente.

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