¿Ahí ocurrió el tornado? me acuerdo...
No hay sanjustino que no haya escuchado esa devolución alguna vez, tras haber indicado su lugar de origen en cualquier parte de Argentina o incluso de países vecinos.
Me sucedió muchas veces, y en cada una; se presentó un sentimiento raro de dolor heredado mezclado con orgullo colectivo de resurgimiento de una localidad devastada hace 45 años.
Yo tenía sólo un año, y mi viejo era bombero voluntario.
El fenómeno (único F5 en América del Sur) sorprendió a la siesta del pueblo aquel miércoles 10 de enero de 1973.
En pocos minutos se llevó 63 vidas, transformó cientos de viviendas en montañas de escombros y puso en jaque a todos los servicios de emergencia del centro-norte de la provincia de Santa Fe.
Personas que volaron y sobrevivieron, un auto en la terraza de un hotel, vacas por el aire, camiones cargados amacijados y transportados unos cincuenta o cien metros a distancia; son sólo algunos de los tantos signos de furia de un fenómeno que quedó fuera de toda medida.
Pero en cada aniversario es indispensable reconocer el tornado solidario que siguió al meteorológico.
La tarea fue tan grande como espontánea para el rescate y traslado de víctimas y sobrevivientes, para la búsqueda de familiares, para la atención de los heridos.
Para el jueves 11 de enero las donaciones se multiplicaron y en Santa Fe casi no había capacidad para recibir dadores de sangre debido a la llegada incesante de voluntarios.
Hoy don José Barreto todavía muestra orgulloso su equipo de radioaficionado que durante las primeras horas se transformó en vínculo esencial para canalizar la ayuda.
La remoción de escombros y la reconstrucción tardó mucho más, pero se consiguió desafiando a esa primera postal paralizante.
Los testimonios y documentos sobre aquellos días, detallan que el vórtice del tornado ingresó al casco urbano por Roque Saenz Peña y 1º de Mayo.
Hace cinco años en ese mismo lugar se inauguró el monumento denominado “Un alto por la identidad y la memoria”.
Es una buena síntesis del sentimiento de una comunidad que hoy rinde homenaje a las víctimas y reconoce tanto a los sobrevivientes como a todos los voluntarios que gestaron el renacimiento de una localidad.