Unión se despidió de una temporada que no fue la que se esperaba en la cual los objetivos que se habían fijado se esfumaron. Primero se había soñado con la Copa Libertadores cuando el equipo estaba peleando el campeonato y donde se pensaba que la película sería otra. Luego el equipo se fue quedando y ya se apuntó a la Sudamericana, pero el despilfarro de puntos y pobre nivel futbolistico hizo que se quede sin nada. 

Ahora la directiva y la Secretaría Técnica tendrán un arduo trabajo para hacer que este 2022 quede en el olvido y pensar en un 2023 con objetivos claros, y para eso tendrán que encontrar los refuerzos adecuados para tener ese salto de calidad que tanto se pide desde hace un tiempo a esta parte en el mundo Unión. 

Además de los refuerzos, también están los inconvenientes que se le presentaron este año para afrontar los compromisos en el exterior, productor de las restricciones que hay en nuestro país con los dólares, algo que lo padecen todos los clubes en Argentina, pero que en Unión está más pronunciado y que hasta el momento no pudo resolver. 

Producto de los atrasos en los pagos, dos referentes de este plantel, decidieron no jugar más en Unión por incumplimientos en el pago de sus préstamos, lo que afectarían también a sus salarios. Son los casos de Diego Polenta y Jonathan Álvez. 

Lo mismo ocurre con el préstamo de Santiago Mele, pieza clave de este equipo y por quien ya existen sondeos de Brasil, México y hasta se habla de que Enzo Francescoli lo apuntó para llevarlo a River, más allá de una posible salida de Franco Armani. Por el golero uruguayo, Unión debe cuotas del préstamo, y si quiere hacer uso de la opción de compra por el 70% del en 700 mil dólares, tendrá que solucionar lo mencionado anteriormente. 

Otro punto es la deuda con Capiatá por Junior Marabel. Unión sigue debiendo las tres cuotas que se habían pactado, la primera de 250 mil dólares y las dos restantes en 125 mil dólares. En su momento, el tatengue adquirió el 60% del pase en 500 mil dólares. Además, se tiene que saldar lo de Bryan Castrillón procedente de Independiente Medellín de Colombia. 

Si hablamos de cuestiones a resolver, están los contratos que vencen a fin de año, uno es el de su capitán Claudio Corvalán, jugador fundamental en un equipo con tantos jóvenes, sabiendo que en su momento se fue Emanuel Brítez y no se reemplazó, y sin Polenta y Álvez. 

En cuanto a su continuidad, el propio Corvalán le expresó a Deporte 9 en un mano a mano con Claudio Virgolini: "Se habló algo, pero todavía no hubo propuesta de años y tampoco hablamos de lo económico, que también son dos temas muy importantes, es una realidad, esto es un trabajo más allá de lo que uno pueda querer o no al club. La intención es la de quedarme y Unión va a tener la prioridad, ya son 4 años acá y estoy muy cómodo, pero hay que charlas muchas cosas y vamos a tener que cambiar muchas cosas para afrontar el torneo que viene de la mejor manera y con otro aire". 

Los otros contratos que se vencen en diciembre son los de: Sebastián Moyano Agüero, Leonel Bucca, Mariano Peralta Bauer, Sebastián Jaurena, sumando los dos que ya se bajaron como Polenta y Álvez y ver lo que suceda con Gustavo Munúa, quien no seguiría, pero habrá que esperar a que lo confirmen las partes, y de no seguir el uruguayo, buscar la persona indicada para el nuevo proyecto deportivo. 

En fin, se vive un clima muy tenso en Unión en el cual el hincha perdió la paciencia y se los hizo saber a la directiva con insultos y el típico canto "que se vayan todos", al terminar el encuentro ante Central Córdoba. Vale recordar que el próximo lunes 31 de octubre se llevará a cabo la Asamblea General Ordinaria, para tratar la Memoria y Balance con un superávit de casi 200 millones de pesos, cifra que fue publicada por el club a través de sus redes sociales.