La cooperativa "Manos Libres" que se dedica al lavado, planchado, y almidonado de ropa, y la constituyen mujeres que han cumplido con su condena por parte de la Justicia.
"En febrero del año pasado completamos la matrícula a nivel nacional y provincial, con lo que tuvimos lo necesario para empezar", contó Sandra Valdez, integrante de la cooperativa.
"Son tareas que aprendimos en el contexto de encierro. Propulsamos la calidad del trabajo que hacemos", agregó.
Valdez señaló que "esta cooperativa nos permite tener una alternativa laboral tras la salida de la cárcel, ya que no son muchas las oportunidades laborales que tenemos" .
"Tenemos clientes que vienen con las camisas ya limpias y quieren que les hagamos el planchado. Atendemos de 8 a 20 hs. Somos 8 mujeres, y se están sumando 3 chicas más", detalló.
"Tenemos colaboración de la Pastoral Carcelaria, del ministerio de Género y de distintas organizaciones", destacó.
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