Los ministerios de la Producción y de Medio Ambiente llevarán a cabo hoy la liberación de un ejemplar de aguará guazú, en un caso que implicó su rescate e intervención quirúrgica, y un delicado proceso de rehabilitación en la Granja La Esmeralda de la ciudad de Santa Fe.
El ejemplar, que será liberado en la Reserva Natural Provincial de Alejandra, fue rescatado hace seis meses en inmediaciones de la localidad de San Javier, sobre la Ruta Provincial N° 1, después de haber sido herido en una colisión vehicular que lo dejó imposibilitado para caminar.
El director provincial de Ganadería, Raúl Stefanazzi, adelantó que “en esta ocasión viajarán para acompañarnos los referentes nacionales del Grupo Argentino Aguara Guazú, lo que implica un respaldo de la máxima autoridad científica en lo que respecta a la especie, en el país”.
“La provincia sigue siendo líder en el cuidado de sus recursos. En este sentido, se debe destacar la reactivación de un equipo de especialistas a partir de las Jornadas Nacionales de Aguará Guazú celebradas el año pasado en Santa Fe, que intervino en la operación. De este grupo, algunos técnicos lo hicieron de manera directa, entre ellos los que trabajan en el Ministerio de la Producción, y otros vía online, para ser consultados durante la operación”, expresó.
Según explicó uno de los médicos veterinarios de La Granja, Antonio Scibarrasi, “luego de constatar que el animal padecía una fractura total del hueso húmero del miembro anterior derecho, se le realizó una cirugía de osteosíntesis”, que es un método según el cual las fracturas son reducidas y fijadas mediante la implantación de placas, clavos, tornillos y agujas, entre otros.
Las tareas fueron llevadas adelante con la colaboración del equipo de médicos veterinarios especialistas en traumatología, que realizaron la tarea ad-honorem, y del Museo de Ciencias Naturales Florentino Ameghino (que prestó material óseo para su ejemplificación).
Durante su estadía postoperatoria en el centro faunístico, el animal pasó por tres etapas, la primera de cuidados intensivos; la segunda en un recinto donde se evaluó su desplazamiento y comportamiento; y un tercer momento, siguiendo con su rehabilitación física y conductual, fue alojado en un recinto amplio en el que se evaluaron conductas de caza, entre otras, bajo un programa de enriquecimiento ambiental desarrollado por el área de biología de La Granja.
Según explicó Scibarrasi, “todo el proceso fue registrado a través de tareas observacionales directas, indirectas, y medios digitales, en un trabajo conjunto con el Laboratorio de Crono Biología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de Esperanza de la UNL”.