Boca Juniors, con el grueso de su plantel, incluido el capitán Marcos Rojo pese a estar suspendido, partió este miércoles a Río de Janeiro para la final de la Copa Libertadores que animará el sábado próximo ante Fluminense en el mítico estadio Maracaná.
El plantel "Xeneize" partió a las 15.40 desde Ezeiza en un vuelo chárter que se estima llegará al aeropuerto El Galeao de Río de Janeiro a las 18.30, para instalarse en la "ciudad maravillosa" a la espera del partido más importante que asumirá en el año.
Sorpresa en la delegación
Si bien el anhelo de las autoridades del club de la Ribera era que viajara el plantel completo, el santiagueño Exequiel Zeballos prefirió no hacerlo. Lesionado y recién operado de los ligamentos cruzados, el "Changuito" se quedó en Buenos Aires para no complicar los cuidados de su recuperación.
El plantel de Boca se instalará en Río de Janeiro en el hotel Hilton Barra, ubicado en la zona de Barra de Tijuca, uno de los lugares más residenciales de la ciudad carioca, alejada del estadio Maracaná.
Entre los dirigentes que viajaron esta tarde se observó la presencia del presidente Jorge Ameal, el vicepresidente Juan Román Riquelme, y el secretario Ricardo Rosica.
El equipo que dirige Jorge Almirón trabajó este miércoles en el predio de Ezeiza, con la novedad de que Valentín Barco no entrenó, ya que quisieron preservarlo por un golpe que recibió en el partido contra Estudiantes, el sábado pasado Darío Benedetto hizo trabajos diferenciados (no está bien pero irá al banco de suplentes) y en la práctica de hoy Almirón paró el mismo equipo del martes pero con Luca Langoni en lugar de Barco, aunque el "Colorado" será titular ante Fluminense.
El equipo que hizo fútbol formó con Sergio Romero; Luis Advíncula, Nicolás Figal, Nicolás Valentini y Frank Fabra; Cristian Medina, Guillermo "Pol" Fernández, Ezequiel "Equi" Fernández y Luca Langoni; Edinson Cavani y Miguel Merentiel.
En cuanto a la actividad de Boca en Río, está previsto que jueves y viernes por la mañana se entrene en el predio Moacyr Barbosa, del Vasco da Gama, ubicado a cuatro kilómetros (a cinco minutos en auto desde el hotel) de donde estará la delegación argentina.
Las prácticas del equipo dirigido por Jorge Almirón serán abiertas durante 15 minutos para la prensa y los fotógrafos.
El predio de entrenamiento del Vasco da Gama, que fue destinado por la Conmebol para Boca, no es muy grande: tiene dos campos de entrenamiento y cuenta con toda la estructura necesaria como para que el equipo de Almirón pueda trabajar sin inconvenientes.
El viernes por la tarde, alrededor de las 18, el plantel boquense reconocerá el campo de juego del Maracaná, tras lo cual hablará el técnico Almirón y un futbolista del plantel en la conferencia de prensa previa a la final.
Boca y Fluminense jugarán la final de la Copa Libertadores de América el sábado desde las 17 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, con el arbitraje del colombiano Wilmar Roldan, mientras que en el VAR estará a cargo del chileno Juan Lara.
Boca obtuvo la Copa Libertadores en seis ocasiones, la última en la edición de 2007, mientras que Fluminense nunca alzó el trofeo más importante de Sudamérica a nivel de clubes.