Tras meses de infructuosas negociaciones para reeditar una gran coalición de gobierno con los socialdemócratas, finalmente la líder demócrata cristiana asumió su cuarto mandato que extenderá así a 16 años el gobierno que asumió en 2005.
"Asumo la elección" manifestó Merkel ante el presidente de la cámara Wolfgang SchTMuble quien le deseó "fuerza y éxito" para afrontar las "grandes tareas" de la legislatura.
Casi seis meses después de las elecciones generales en las que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) resultó la más votada, Merkel recibió el apoyo de 364 diputados de los 692 presentes en el Parlamento, mientras que 315 votaron en contra, 9 se abstuvieron y 4 emitieron un voto nulo.
La votación, que fue seguida desde la tribuna por primera vez por su marido, Joachim Sauer, se daba por segura gracias a la mayoría absoluta que otorga la alianza de gobierno.
La CDU, la Unión Cristianosocial (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) tienen en conjunto 399 escaños en el Bundestag, con lo que 35 diputados de la gran coalición no votaron hoy la candidatura de Merkel.
Tras conocerse el escrutinio, la canciller recibió los aplausos de los parlamentarios y de los invitados a la sesión, entre los que se encontraban ministros de la pasada legislatura y futuros miembros del gabinete.
Tras ser nombrada formalmente canciller por el jefe del Estado, Merkel regresará al Parlamento para jurar el cargo. Merkel ha conseguido poner fin a los casi seis meses de bloqueo político que siguieron a las elecciones del pasado 24 de septiembre, que dejaron un panorama fragmentado y pocas opciones de formar un gobierno estable por la caída de los dos grandes partidos -conservadores y socialdemócratas- y la irrupción del ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
La líder europea volvió a recurrir a los socialdemócratas para su cuarta legislatura, con quienes ya se alió en su primera (2005-2009) y tercera (2013-2017), tras la firma formal este lunes del nuevo pacto de gobierno, producto de una compleja negociación.
La gran coalición deja como primera fuerza de la oposición a AfD, con 92 escaños; seguida del Partido Liberal (FDP), con 80; La Izquierda, con 69; Los Verdes, con 67, y dos independientes, escindidos de la derecha radical.
Cuando tras los comicios los socialdemócratas anunciaron que se iban a la oposición, Merkel trató de formar un tripartito con liberales y verdes, pero las negociaciones descarrilaron tras cinco semanas de contactos.
Entonces jugó un papel clave el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, ex líder del SPD y ex ministro de Relaciones Exteriores de Merkel en su primer y tercer mandato, que presionó a los socialdemócratas para que reconsiderasen su postura.
El entonces líder del SPD, Martin Schulz, escuchó a Steinmeier y abrió la puerta al diálogo, que derivó en negociaciones formales y, finalmente, en un acuerdo de coalición que recibió el visto bueno de las bases del SPD en una consulta entre los casi medio millón de militantes del partido.
No obstante, este giro minó su credibilidad y Schulz terminó abandonando la presidencia de su partido y renunciando a ser ministro en el nuevo ejecutivo.
En el nuevo Ejecutivo le corresponden seis ministerios a la CDU (entre ellos, Economía y Defensa), otros seis al SPD (como Exteriores, Finanzas y Trabajo) y tres a la CSU, de los que destaca Interior. (EFE)