La Justicia chilena ordenó reabrir la investigación por la muerte del poeta y político Pablo Neruda, luego de que su familia y el Partido Comunista (PC) denunciaran que no falleció debido al cáncer de próstata que padecía, sino que fue envenenado por la dictadura de Augusto Pinochet.
En un fallo unánime, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago estableció que "no se encuentra agotada la investigación, existiendo diligencias precisas que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos, se ordena la reapertura del sumario".
Neruda murió en la Clínica Santa María de la capital chilena el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe militar que derrocó a Salvador Allende. Se creía que falleció por un cáncer de próstata avanzado con metástasis, pero en 2011 el PC denunció que el escritor fue envenado durante su internación.
Dentro de las nuevas pesquisas ordenadas, encontraron un nuevo peritaje caligráfico respecto al certificado de defunción. Asimismo, descubrieron una metapericia que permitirá revisar e interpretar los resultados de las pericias realizadas anteriormente por los expertos de las Universidades de McMaster y Copenhague, quienes señalaron que murió envenenado.
También se llamará a declaración judicial a Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación de Chile, y a Eduardo Arriagada Rehren por su trabajo de inteligencia en base al clostridium botulinum, bacteria que habría sido inyectada al poeta causando su muerte.
Los restos de Neruda fueron exhumados el 8 de abril de 2013 y enviados a Carolina del Norte, Estados Unidos, y a la Universidad de Murcia en España.
Hace cinco años, un panel de peritos nacionales y extranjeros descartó la muerte de Neruda por cáncer de próstata.
En octubre de 2023, el PC presentó un recurso para impedir el cierre de la investigación, debido a la existencia de nuevos antecedentes, pero la jueza Paola Plaza rechazó las diligencias. Ahora la Corte de Apelaciones ordenó reabrir la causa e incorporar los nuevos elementos.