El Gobierno analiza la posibilidad de que el transporte público pueda pagarse con cualquier tarjeta y a través del celular, modalidades que coexistirían con la SUBE en un marco de competencia. Sin embargo, la implementación requiere de un software específico, por lo que precisaría un tiempo de desarrollo.
En el marco de las largas colas para el registro de la SUBE, luego de que se aplicaran tarifas más caras para quienes no personalicen su plástico, desde Casa Rosada apuntan a "eliminar el monopolio de Nación Servicios, que distorsiona el mercado y que resulta caro para las cuentas del Estado" declararon.
Según trascendió el objetivo de esta modificación es bajar las comisiones, hoy en 7%, y que se estiman que podrían reducirse a 0,3/0,5%.
La iniciativa también busca una simplificación para los usuarios que potencialmente podría arrojar mejores beneficios a partir de políticas de fidelización, además de permitir la federalización total del sistema dado que las tarjetas de crédito y débito tienen alcance nacional.
El trabajo se concentra en tres áreas: la secretaría de Comercio, la secretaría de Transporte y el Banco Central, y desde el Gobierno sostienen que la propuesta va a llevar un tiempo porque es una implementación tecnológica.
La primera etapa permitiría "pagar el transporte con tu teléfono y no solo con la tarjeta SUBE". El proceso es relativamente simple porque la tecnología con la que el aparato lee la tarjeta es la misma con la que lee el teléfono, es decir, que se puede adaptar sin cambiar los aparatos.