En Francia, trabajar mucho es un delito. El país redujo hace años la semana laboral legal de 39 a 35 horas. Después de haberse desentendido durante décadas de los hábitos de cualquier grupo de trabajadores compulsivos, los inspectores están tomando medidas contra las compañías donde los gerentes, dependientes, ingenieros o investigadores trabajan más de la cuenta.
De hecho, a un panadero se le ha ordenado que pague una multa de 3.000 euros por no cerrar su negocio un día a la semana el verano pasado. Sus clientes más fieles de la ciudad de Lusigny-sur-Barse, con una población 2.000 habitantes en la región de Aube en el norte del país, una zona popular entre los turistas, han lanzado una petición de apoyo a Cédric Vaivrey su panadería.
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Christian Branle, alcalde de la ciudad, también defendió al trabajador. "En una zona turística me parece esencial que una empresa pueda abrir todos los días durante el verano. No hay nada peor que las tiendas cerradas cuando hay mucha gente visitando el lugar", explicó Branle a 'L'Est Eclair' tras la multa que los funcionarios de empleo impusieron.
Bajo la ley local, con algunas excepciones revisadas en el año 1994 y el 2000, se requiere que las panaderías cierren una vez a la semana, aunque se puedan hacer excepciones en casos específicos. Hasta 2016, el local Lusigny-sur-Barse había solicitado y obtenido un permiso especial, pero los funcionarios se negaron a renovar la solicitud de Vaivre el año pasado.
La petición, enviada hace dos semanas, tiene casi 2.000 firmas hasta el momento. Sin embargo, no se ha propuesto ningún cambio en la ley y se ha informado al establecimiento sobre las intenciones que tiene el gobierno regional. "Solo queremos abrir así durante el verano, no todo el año", explica el empresario, al que han informado de que la única forma de evitar las regulaciones sería abrir otro negocio con diferentes horarios de apertura.
Descansar es necesario
"Tiene que haber algo de sentido común, especialmente en las pequeñas zonas rurales", dijo Branle a la televisión francesa. "No estamos en un área donde haya mucha competencia... Dejemos que la gente trabaje cuando hay turistas que esperan y necesitan un servicio", añadió.
Sin embargo, parece que lo que Vraire quiere podría ser una minoría. La federación de panaderías y pastelerías de Aube preguntó a 126 miembros a finales del año pasado y la mayoría estaba a favor de mantener el cierre obligatorio de un día. Eric Scherrer, del sindicato minorista CLIC-P, explicó que "las leyes laborales francesas estaban ahí paraproteger a los trabajadores y empleados y que debían ser respetadas".
"Existe una regla que establece que los panaderos y otras profesiones en la industria alimentaria deben cerrar al menos un día a la semana porque es un comercio artesanaldonde la gente puede trabajar mucho, bastante más que los límites legales", dijo Scherrer a 'The Local'. "Estas personas necesitan parar al menos veinticuatro horas a la semana. No podemos permitirles que trabajen sin parar. Es absolutamente necesario que tanto los jefes como los empleados tengan un día de descanso", concluyó.
Fuente: El Confidencial.