Durante la homilía, Francisco señaló que la cercanía es mucho más que una "virtud particular", es una actitud "que involucra a la persona entera, a su modo de vincularse, de estar a la vez en sí mismo y atento al otro", "una actitud clave en el Evangelio".
"Cuando la gente dice de un sacerdote que 'es cercano' suele resaltar dos cosas: la primera es que 'siempre está' (...). Y otra es que sabe encontrar una palabra para cada uno. 'Habla con todos', dice la gente: con los grandes, los chicos, los pobres, con los que no creen... Curas cercanos, que están, que hablan con todos... Curas callejeros", apuntó.
En esta misa Crismal, con la que dan comienzo los ritos de la Semana Santa, valoró que la cercanía es "la clave de la verdad".
"La verdad no es solo la definición que hace nombrar las situaciones y las cosas a distancia de concepto y de razonamiento lógico. No es solo eso. La verdad es también fidelidad, esa que te hace nombrar a las personas con su nombre propio, como las nombra el Señor, antes de ponerles una categoría o definir 'su situación'", valoró.
Y advirtió: "Hay que estar atentos a no caer en la tentación de hacer ídolos con algunas verdades abstractas. Son ídolos cómodos que están a mano, que dan cierto prestigio y poder y son difíciles de discernir".
Avisó de que "la 'verdad-ídolo' se mimetiza, usa las palabras evangélicas como un vestido, pero no" llega al corazón y aleja "a la gente simple de la cercanía sanadora de la Palabra y de los sacramentos de Jesús".
En esta línea, aconsejó a los sacerdotes "meditar tres ámbitos de cercanía sacerdotal": "el ámbito del acompañamiento espiritual, el de la confesión y el de la predicación".
Finalmente, subrayó que el sacerdote que muestra cercanía es muy apreciado y la gente "siente por él una cosa especial, algo que solo siente en presencia de Jesús".
"No es una cosa más esto de 'discernir nuestra cercanía'. En ella nos jugamos 'hacer presente a Jesús en la vida de la humanidad' o dejar que se quede en el plano de las ideas, encerrado en letras de molde, encarnado a lo sumo en alguna buena costumbre que se va convirtiendo en rutina", concluyó.
La misa Crismal marca el comienzo del Triduo Pascual y se celebra el Jueves Santo, día en que se conmemora la institución de los sacramentos de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal por Jesucristo durante la Ultima Cena, según la tradición cristiana.
La homilía en esta misa Crismal está dedicada siempre a una reflexión sobre la labor sacerdotal y durante el rito los sacerdotes renuevan las promesas (pobreza, castidad y obediencia) y se bendicen los óleos que se utilizan para ungir a los que se bautizan, a los que se confirman y para la ordenación sacerdotal.
El papa Francisco se trasladará esta tarde a la cárcel de Regina Coeli, en el centro de Roma, para conmemorar la Última Cena del Señor ("In Coena Dominis") y lavar los pies a algunos detenidos