La planta de Acindar en Villa Constitución seguirá paralizada por al menos cuatro meses más. Debido a la caída abrupta de la demanda industrial, los directivos de la empresa comunicaron a la UOM que la planta trabajará solo dos meses de los próximos seis que restan de este año.
Esta decisión se suma al actual escenario de trabajadores suspendidos, salarios atrasados y un proceso abierto de retiros voluntarios. Según detallaron desde el gremio, los trabajadores suspendidos recibirán el 83% de su sueldo de bolsillo, mientras que el ingreso del mes de agosto será de 80%, mientras que en septiembre será de 70% hasta fin de año.
La retracción del uso la capacidad instalada de las empresas metalúrgicas fue muy notable: una baja de 10 puntos interanuales en la industria en general, donde cinco de cada diez (56,6%) máquinas de un taller metalúrgico están trabajando, mientras que Acindar pasó de producir 1,2 millón de toneladas anuales a 600 mil, dado que su principal núcleo comprador es la industria de la construcción. Muerta la obra pública y caído el sector de la construcción, la empresa sólo acompañó la caída.
“Hace veinte años que trabajo en la fábrica y nunca hubo un nivel de producción tan bajo”, apuntó Pablo Gonzalez, secretario general de UOM en Villa Constitución.
Anticipó que “por como vienen las cosas, lamentablemente tenemos que prepararnos para un conflicto como el de 1991”, el cual fue uno de los encontronazos más duros entre el sindicato y la empresa, conflicto que duró más de tres meses.
El sector metalúrgico es uno de los más castigados por el freno de la actividad económica y la caída del consumo. Con respecto al mes anterior el sector registró una baja del 0,7% y, de esta manera, durante los primeros cinco meses del año acumula una retracción del 8,9%.