La Asociación Médica Sirio-Americana (Sams) informó que poco antes de las 20:00 hora local del sábado fueron llevadas a las clínicas en la ciudad de Duma cientos de personas con síntomas de haber estado expuestas a un gas nervioso. Según Sams, las víctimas tenían dificultades para respirar y sufrían problemas cardíacos.
La organización de rescate formada por voluntarios Cascos Blancos aseguró en Twitter (@SyriaCivilDef) que un helicóptero lanzó un barril con químicos sobre Duma, que mató a al menos 150 personas y causó heridas a más de mil.
Familias enteras murieron asfixiadas en sus refugios, denunció la organización, que añadió que la cifra de víctimas aumenta constantemente. En su cuenta de Twitter, la organización publicó fotos terribles de las presuntas víctimas, algunas con espuma alrededor de la boca.
Entre los muertos en el bombardeo contra la ciudad de Duma hay "un gran número de niños", aseguró a dpa un portavoz de la Unión de Organizaciones de Cuidados y Socorro Médicos (UOSSM).
El portavoz Ari D'Souza afirmó que en el aire se percibía olor a cloro, pero que se cree que también se utilizó gas sarín porque se trata de una sustancia que se hunde y muchas de las víctimas fueron encontradas en refugios subterráneos.
En otro comunicado, la organización asegura que está convencida de que habrá más de 100 muertos porque está teniendo "dificultades extremas para llegar hasta las víctimas por el continuo bombardeo de Duma".
"Este es uno de los peores ataques químicos en la historia siria", afirmó el presidente de la UOSSM, Ghanem Tayara.
El Centro de Medios de Guta, cercano a la oposición, aseguró por su parte que hubo 75 civiles muertos y 1.000 afectados. "En torno a las 21:00 horas (del sábado) se lanzó un barril desde los helicópteros de Assad", aseguró en referencia al presidente Bashar al Assad. Según asegura, contenía "gas sarín".
Por el momento, la información no pudo ser corroborada de forma independiente.
A su vez, la agencia de noticias SANA informó que los rebeldes sirios acordaron el domingo abandonar Duma cerca de la capital, Damasco.
Según el acuerdo alcanzado con el gobierno, todos los combatientes de la facción rebelde Jaish al-Islam se irán a la ciudad de Jarabulus, controlada por la oposición, en el norte de Siria, y las personas que se encuentran en cautiverio del grupo serán liberadas, informó la agencia estatal, citando una fuente oficial no identificada.
El acuerdo se implementará en 48 horas, agregó la agencia sin precisar detalles ni confirmación de Jaish al-Islam.
La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert, subrayó que Rusia, como aliado de Siria "es responsable en última instancia de estos brutales ataques". Sin embargo, el Ejército ruso desmintió hoy las denuncias. Se trata de "acusaciones fabricadas", dijo el teniente general Yuri Yevtushenko, citado por la agencia Interfax.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a su par de Rusia, Vladimir Putin, y a Irán de ser corresponsables del supuesto ataque con armas químicas. "El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables del respaldo que dan al animal Assad", escribió Trump en Twitter en alusión al presidente de Siria, Bashar al Assad.
Irán, por el contrario, salió en defensa del presidente sirio. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en Teherán, Bahram Ghassemi, dijo que el Ejército sirio no necesita usar armas químicas por que se ha impuesto en el campo de batalla. Según Ghassemi, las acusaciones formuladas por Trump más bien suenan a como pretexto para intervenir militarmente.
Por su parte, el papa Francisco advirtió de que el uso de armas químicas contra civiles es inaceptable y nada puede justificarlo.
"No existe una guerra buena y una guerra mala, y nada - ¡nada! - puede justificar el uso de tales instrumentos de exterminio contra personas y poblaciones inermes", subrayó el pontífice durante la misa dominical en la Plaza de San Pedro.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas llamó a una reunión de urgencia para este lunes para tratar la situación en Siria, donde este fin de semana murieron al menos 70 personas por un supuesto ataque químico, informaron las delegaciones británica y francesa a través de Twitter. Se espera que la reunión tenga lugar este lunes en horas de la tarde (local).
Una investigación de la ONU y de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) acusó al Gobierno sirio del ataque con gas sarín del 4 de abril de 2017 contra la localidad de Jan Sheijun, en manos de los rebeldes, que dejó unos 100 muertos. Tras el incidente, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó bombardear instalaciones gubernamentales sirias.
El Ejército sirio y sus aliados comenzaron en febrero una ofensiva para conquistar la región, de importancia estratégica por su cercanía con Damasco y que ya tienen casi por completo bajo su poder. Más de 1.600 personas murieron en las últimas semanas, según los observadores. Naciones Unidas estima que más de 130.000 personas huyeron de los combates en la región. (Interfax)