"El Ejército sirio se encuentra en estado de alerta en todos los aeropuertos militares, grandes bases militares en Damasco y el extrarradio, en Homs, así como en las regiones costeras de Latakia y Tartus, por miedo a un posible ataque por parte de Estados Unidos y otros países", dijo Rami Abdel Rahman, director del Observatorio.

Ayer aviones de guerra no identificados bombardearon una base militar en la provincia de Homs, matando al menos a 14 soldados del Ejército sirio y sus aliados. Rusia y Siria acusan a Israel de estar detrás del ataque, algo que Israel se ha negado a comentar.

Líbano anunció su intención de presentar una queja al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas después de que su espacio aéreo fuera usado para atacar objetivos en Siria el lunes, informaron medios locales.

"El Ministerio de Relaciones Exteriores y Emigrantes condena los ataques contra la República Árabe de Siria y ratifica su posición previa según la cual el espacio aéreo libanés no debe ser utilizado para atacar Siria", citó la agencia de noticias nacional el comunicado de las autoridades.
Según el Ejército libanés, los aviones que violaron el espacio aéreo volaron sobre el mar hasta la ciudad costera occidental de Jouhnie y después atravesaron Líbano hasta el este de la ciudad de Baalbeck.

El informe no menciona específicamente a Israel, pero el lunes el Ejército libanés había asegurado que cuatro aviones israelíes entraron en el espacio aéreo nacional.

Mientras tanto, unos 3.627 rebeldes junto con sus familias abandonaron la ciudad de Duma, en Guta Oriental, a través del cruce de Al Wafideen en las últimas 24 horas, en cumplimiento de un acuerdo con el Ejército sirio, informó el Ministerio de Defensa ruso.

El comunicado asegura que los evacuados fueron llevados en 70 autobuses hasta una zona al norte de la ciudad de Alepo.

Rami Abdel Rahman señaló que hay entre 8.000 y 9.000 combatientes en Duma. El acuerdo alcanzado con la mediación de Rusia establece que los milicianos del grupo islamista Jaish al Islam podrán abandonar con seguridad la ciudad para dirigirse a una zona en manos de la oposición en el norte de Siria.

Tras su retirada el Gobierno podrá aumentar su control sobre Guta Oriental, un ex enclave opositor que ha sido el objetivo de una intensa ofensiva militar desde el 18 de febrero. 

Si el Ejército recaptura el área, lo que ahora parece muy probable, el golpe será el más duro asestado a los rebeldes desde diciembre de 2016, cuando las fuerzas del presidente Bashar al Asad reconquistaron la ciudad norteña de Alepo con ayuda de la aviación rusa.