La decisión de EEUU de imponer aranceles al acero y al aluminio desató una escalada comercial que pocos saben a ciencia cierta dónde terminará. En esta oportunidad, la Unión Europea demandó a los norteamericanos por las cuotas.
Si bien Washington decidió exceptuar temporalmente de la normativa a los países de la Unión Europea (UE), el bloque comercial europeo decidió iniciar una demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) al considerar que se trata de una medida proteccionista.
La decisión de la UE llega a pesar de que sus estados miembros se encuentran excluidos temporalmente de la aplicación de la medida dispuesta por el gobierno estadounidense, al igual que la Argentina, Brasil, Canadá, México, Australia y Corea del Sur.
Por lo pronto, el argumento de la UE es que los aranceles no fueron impuestos por motivos de seguridad, como sostuvo Washington, sino para proteger a las compañías estadounidenses. En ese sentido, desde el bloque comercial consideraron que al tratarse de medidas proteccionistas, los aranceles deben ser reportados ante la OMC.
La actual exención de aranceles al acero y aluminio vence el 1 de mayo, y la comisionada de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, pidió durante las últimas semanas que la medida sea derogada de manera permanente.
En las negociaciones en curso con la UE, Estados Unidos planteó la necesidad de ser eximido de manera permanente de ciertos aranceles en el Viejo Continente, en particular de las importaciones de vehículos que pagan un arancel de 10% para ingresar, mientras que los modelos europeos tributan 2,5 por ciento al ingresar a norteamérica.
