El papa Francisco encabezó este domingo la misa con motivo del jubileo de las fuerzas armadas y tuvo que interrumpir la homilía por “dificultades en la respiración”. “Ahora me disculpo y pido al maestro que continúe la lectura por dificultad en la respiración”, comentó el Pontífice, que fue respaldado por los presentes con un aplauso.
El Papa arrastra desde hace unos días una bronquitis que lo obligó a trasladar sus audiencias y actividades de esta semana a su residencia de Santa Marta. Después de tres días de encierro, hoy dio un paso al frente para celebrar la misa al aire libre. En total, se calcula que asistieron a la ceremonia unos 30.000 soldados y policías de diversos países
El Papa les pedía en su homilía que “vigilen contra la tentación de cultivar un espíritu de guerra” para “no ser seducidos por el mito de la fuerza y el ruido de las armas” y “no contaminarse nunca por el veneno de la propaganda del odio, que divide el mundo en amigos a los que defender y enemigos a los que combatir”.
De la misma manera, le encomendó a “no sólo ver el mal para denunciarlo, sino también subir a la barca durante la tormenta y comprometerse para que no haya un naufragio, con una misión al servicio del bien, de la libertad y de la justicia”.
En esta misma línea, instó a militares y policías a “estar siempre de parte de la legalidad y de parte de los más débiles” para “crear un mundo más humano, más justo y más fraterno, a pesar de las fuerzas contrarias del mal”.