El piloto del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, desaparecido en el Océano Indico el 8 de marzo de 2014 con 239 personas a bordo, "eludió deliberadamente los radares" e hizo precipitar el avión en una misión suicida y muy bien planificada.
Esa es la contundente conclusión a la que llegaron investigadores que buscaron resolver el misterio del Boeing 777, una opinión también compartida por Martin Dolan, el hombre que comenzó la búsqueda submarina del aparato.
Dolan, que durante dos años guió las búsquedas submarinas, dijo en el programa australiano 60 Minutes que se trató de una acción "planificada deliberadamente en el curso de un período de tiempo prolongado".
Los datos satelitales indican que el avión, partido de Kuala Lumpur, agotó su combustible y cayó al Océano Indico, al oeste de Australia, a miles de kilómetros de Pekín, su destino previsto.
Algunos objetos y partes del avión fueron hallados en playas bañadas por el Indico, pero la más imponente búsqueda submarina de la historia (coordinada por la Oficina para la seguridad de los transportes australiana) fue interrumpida tras dos años, en enero de 2017.
Seis días después de la desaparición del avión, las viviendas del comandante y del copiloto (Zaharie Amad Shah, de 53 años y el joven Fariq Abdul Hamid) fueron registradas y algunas computadoras fueron incautadas. Incluso, una con un software de simulación de vuelo que había sido usado por el piloto para estudiar el cambio de ruta del avión, y junto a cuya pantalla que se lo vio en fotos.
La misión "fue planificada meticulosamente para hacer desaparecer el aparato", dijo Simon Hardy, un piloto británico con muchas horas de vuelo en sus espaldas al comando de un Boeing 777 en Asia.
¿Cómo los investigadores llegaron a esa conclusión? Hardy reconstruyó el plan de vuelo de la nave de Malasia Airlines basado en un radar militar e indica que el capitán Shah voló a lo largo de la frontera de Malasia y Tailandia entrando y saliendo del espacio aéreo de cada territorio con el fin de evitar ser detectado.
La maniobra tuvo éxito, pues ninguna fuerza aérea decidió salir a interceptar el vuelo debido a su rara ruta.
Otro asunto que llamó la atención de los investigadores fue que el piloto hizo un giro sobre Penang, su ciudad natal. Los expertos sugieren que se trató de una especie de despedida, que Ahmad Shah quería mirar por última vez su ciudad.
"Si miras atentamente, puedes ver que es un giro a la izquierda, y luego comienza un largo giro a la derecha. Y luego gira hacia la izquierda. Así que pasé un largo rato pensando sobre qué podría ser, la razón técnica detrás de esto, y después de dos meses, tres meses pensando sobre el asunto, finalmente tuve la respuesta: alguien estaba mirando por la ventana... Pudo ser un largo, emotivo adiós... O un pequeño y emotivo adiós a su ciudad", aseguró Hardy.
Un elemento que abona en favor de la conclusión de los expertos es que el piloto no perdió el control de la aeronave en ningún momento. "Creo que alguien estaba controlando la aeronave hasta el final", aseguró Hardy.
Además, probablemente todos los pasajeros estaban inconscientes por la imprevista despresurización del Boeing 777 (el piloto lo habría despresurizado a propósito para dormir a todos). En ningún momento se enteraron de que estaban volando hacia la muerte.
Ello explicaría por qué no hubo ningún pedido de ayuda, ni mensajes de adiós, ni intentos de llamados de emergencia.
"El punto más debatido es el momento en que el piloto apagó el transpondedor (trasmisor de la cabina), despresurizó el avión, lo cual dejó inconscientes a los pasajeros", dijo Larry Vance, otro experto. "Se estaba matando. Desafortunadamente, estaba matando a todos a bordo. Y lo hizo a propósito".
Los investigadores también sostuvieron que el avión no fue encontrado en el fondo del mar porque Shah condujo al Boeing 777 unas 115 millas más lejos del lugar donde se concentró la búsqueda, en un lugar lejos de la civilización.
En cuanto al impacto, se cree que no se trató de una caída en picada y violenta contra el agua, sino un amarizaje.
El vuelo 370 desapareció el 8 de marzo de 2014, poco después haber despegado de Kuala Lumpur con destino Beijing. Se cree que el avión se estrelló en el Océano Indico.
Ninguno de los expertos piensa que se haya tratado de un acto terrorista.
"Si fuese sido un evento terrorista es casi inevitable que una organización terrorista lo reivindicase. Y nadie lo hizo", apuntó Dolan.
Caso similar
Si todo sucedió como piensan los expertos, se trataría entonces de un episodio muy similar al del vuelo de Germanwings 9525 en ruta entre Barcelona y Duesseldorf, hecho precipitar sobre los Alpes de Provenza franceses por el copiloto alemán Andreas Lubitz, de 27 años, en marzo de 2015.
El vuelo de Germanwings llevaba 144 pasajeros, dos pilotos y cuatro miembros de la tripulación. Se estrelló en el macizo de Estrop, en la peor catástrofe de la aviación europea en cinco años fue provocada deliberadamente por el copiloto.
La grabación de una de las cajas negras del Airbus destruido permitió comprobar que Lubitz activó el cierre de la puerta de la cabina de mando e inició el descenso de la nave en forma deliberada sobre las montañas.
La respiración del copiloto en el momento del descenso era normal y desoyó las indicaciones del capitán de abrir la puerta, quien incluso intentó derribarla con un hacha para recuperar el mando de la aeronave.
Fuente: La Capital