Cada sábado se abren las puertas del templo ubicado en el cruce de Vélez Sarsfield y General Iriarte para recibir a personas que viven en la calle. En un sector de vestuarios, primero tienen la posibilidad de darse una ducha caliente; luego, lo que denominan "shopping", donde encuentran ropa limpia y en buen estado, y para terminar, un almuerzo nutritivo.
El Proyecto Duchas surgió primero en Roma y fue el Sumo Pontífice quien, en 2015, sembró la semilla, poniendo a disposición de los sin techo un lugar donde higienizarse. Amigos argentinos del Papa viajaron al Vaticano para conocer los detalles del proyecto e implementarlo en el país a través de la Cátedra del Diálogo y de la Cultura del Encuentro, un espacio académico y plural inspirado por Francisco.
"El baño es una excusa. Lo que se busca es que la persona que se acerca a las duchas encuentre un espacio de referencia, un ámbito de sanidad, no sólo física sino también espiritual", explica el sacerdote Sebastián García, párroco del lugar. "Queremos darles un lugar de contención, donde haya gente que no sólo le da ropa y algo para comer sino que se acerca para ponerle el cuerpo, compartir la vida y dar amor", agrega.
En Barracas todo comenzó en marzo de 2016. El primer sábado se acercaron siete personas, pero con el paso del tiempo se fueron sumando más que, además de la ducha, la ropa y la comida, reciben asistencia médica. El Proyecto Duchas no puede ser posible sin la ayuda de los 20 voluntarios que se acercan a colaborar.
Fuente: La Nación / Mauricio Giambartolomei.