La madre de un soldado que combatió en la Guerra de Malvinas se reencontró con el recuerdo de su hijo al recibir en su casa una carta que el muchacho le escribió 37 años atrás.
Jorge Ludueña era de Las Varillas, una localidad del departamento San Justo, en la provincia de Córdoba, la misma donde nació el basquetbolista Fabricio Oberto (integrante de la Generación Dorada).
La tarde del 20 de mayo de 1982, el comisario del pueblo llegó hasta su puerta a contarle que su hijo -el único soldado caído en combate del pueblo- había dado la vida por la Patria. Pero ella no se convenció hasta que unos años después viajó a las islas para visitar su tumba.
Pero hace unas semanas, Manuela Ludueña se reencontró no sólo con el recuerdo de su hijo. En su casa recibió a los hijos de un oficial de la Armada que la habían buscado durante muchos años y la contactaron.
Desde Santo Tome, a unos kilómetros de la ciudad de Santa Fe viajaron hasta Las Varilas. Hasta allí, Héctor Wilfredo Gaete golpeó la puerta llevando en sus manos un sobre destinado a la mujer.
A Manuela le fue imposible contener la emoción: dentro del sobre había una carta de puño y letra de Jorge, escrita 37 años atrás en una trinchera de las islas y en la que le aseguraba que estaba bien, que todo pasaría y que volvería al pueblo pronto.
"Queridos Padres: les escribo estas líneas, para decirles que estoy bien y espero que sepan dónde estoy y que no se hagan problemas porque no va pasar nada, rogándole a Dios. Estas líneas son para contarles que aquí hace mucho frío y que la comida es escasa y espero que esto termine pronto así estás más tranquila. Te cuento que el mes pasado nos pagaron el sueldo y cada uno sacó 20 millones y que pagan todos los fines de mes. Pero mándame el pulóver y un par de medias porque vamos a salir de licencia, todos los fin de semana si salimos de esta", dice el primer párrafo de la carta, dedicado a sus padres.
"Es como vivir todo de nuevo, y tener la carta es una parte de él conmigo, son momentos donde pasaron muchas cosas muy fuertes. Cuando me avisaron que me iban a traer una carta suya me puse ansiosa, pensaba qué dirá, le hablaría a su papá, que ya no lo tiene, a sus abuelos, me sentí con mucho dolor, mucha tristeza, todavía no me lo pude sacar de la cabeza. Es como revivir el día que me avisaron que falleció", aseguró embargada en llanto.
Fuente: La Capital