El cierre de la semana en el taller mecánico donde trabaja Alejandro en Córdoba venía con la típica celebración gastronómica de los viernes: parrilla al piso, una "vaquita" para comprar la carne y asado en la vereda.
Todo iba bien hasta pasadas las dos de la tarde, pero al momento de dar vuelta el asado, como un esgrimista con su tenedor en punta, Alejandro encaró los chorizos, la tira de costilla y la sorpresa fue cuando quiso "puntear" el vacío... eso fue lo que encontró: ¡un lugar vacío!.
¿Sería obra de algún perro callejero que aprovechó encontrarse con la parrilla a la altura de su hocico...? Suele ocurrir, pero los videos de las cámaras de seguridad develaron el misterio: un hombre va directo hacia la parrilla, toma el vacío, lo envuelve en una tela, lo carga sobre su hombro derecho y escapa con el menú del día bien resuelto, pero malhabido.
Fuente: Telefe Noticias