Fabio Montaña dueño de la Quinchería El Indio, aseguró este viernes a LT9 que escuchó y vio a “La Llorona” a la madrugada cuando regresaba a su casa.
En diálogo con Nacho Donetti y Jorge Fulco por la Líder contó que hace 35 años que vive en esa zona, cerca de la ruta en el kilómetro 5,5 y que el jueves tuvo que salir a la una de la mañana por una urgencia y cuando volvía pasadas las dos, escuchó los gritos ensordecedores de llanto y vio a una mujer de pelo largo negro, vestida con una túnica blanca mirando hacia el río, a la altura del eucaliptal del barrio Acería, muy cerca del cementerio de esa localidad.
"Tuve que salir a la casa de mi tío por una emergencia y volví por la calle de atrás del cementerio que creo que se llama Paganini, cruzo derecho por la puerta del cementerio voy llegando al eucaliptal donde Paganini hace una ese justo en la esquina de la ese, vi a la llorona entre medio de dos eucaliptus”, relató.
“Se la puedo describir en los tres minutos que pase con la camioneta porque bajé la marcha para verla bien, se sentían los aullidos o gritos de esta mujer. La figura que yo vi aparentemente es una mujer vestida de blanco, quería ver qué tenía puesto de calzado y no pude ver que estuviera apoyada en el suelo. Ella en ningún momento se dio vuelta o me miró, pero se movió para un costado con las manos bien pegadas abajo y tenía pelo largo negro lacio hasta la cintura siempre mirando hacia el río”, siguió contando.
“Lo que más me llamó la atención es el aullido que larga, un aullido que penetra los oídos, para los que me conocen saben que tengo una camioneta que es gasolera que hace un ruido muy grande adentro sin embargo este aullido que larga esta figura hace mal si se la tiene cerca. Yo la habré pasado a 10 metros de la camioneta”, indicó más adelante.
“Cuando llegué a mi casa paré la camioneta, me bajé y siguió aullando unos treinta minutos más. Otros vecinos también me contaron que la vieron y la escucharon, inclusive grabaron videos", finalizó Fabio.
Según la tradición, La Llorona es un alma en pena de una mujer que ahogó a sus hijos, y que luego, arrepentida y maldecida, los busca por las noches por ríos, pueblos y ciudades, asustando con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen.