Un equipo de arqueólogos australianos descubrió una forma previamente desconocida de preservar los cuerpos en el antiguo Egipto al encontrarse con una rara "momia de barro", que encapsula al difunto en una especie de caparazón de arcilla.
Se trata de la primera momia de este tipo que fue estudiada utilizando métodos modernos de tomografía computarizada.
Los especialistas examinaron una momia antigua alojada en el museo de la Universidad de Sydney que había sido donada por un coleccionista llamado Sir Charles Nicholson. El hombre había comprado el cuerpo momificado junto a un sarcófago de madera en 1860, según una nueva investigación publicada esta semana en la revista Plos One.
A pesar de que la momia fue estudiada en 1999, los científicos hasta hace poco creían que la cubierta de arcilla era una especie de resina protectora, pero resulta que el barro endurecido probablemente desempeñaba el papel de un sarcófago y que el ataúd de madera en el que yacía no estaba relacionado en absoluto.
Fuente: Rosario 3